La literatura no necesita acotarse a un género
La chilena Diamela Eltit recibe el Premio FIL en Lenguas Romances 2021, la acompañó Sergio Ramírez
GUADALAJARA. Al recibir el Premio FIL en Lenguas Romances 2021, la escritora chilena Diamela Eltit González confesó que el reconocimiento le evoca un enorme abanico de memorias aleatorias.
Recuerdos de su infancia inmersa en libros, del tiempo en que vivió en México y tuvo contacto con la literatura de Juan Rulfo, igual de cuando fue alumna de Nicanor Parra, el primero en recibir el galardón que entrega la FIL Guadalajara. En su memoria también aparecen Elena Poniatowska y Rosario Castellanos, autoras que vislumbraron el camino de la narrativa.
“Estoy muy emocionada por el premio otorgado al conjunto de mi obra, este premio desencadena en mí un flujo de memoria, escenas, momentos, sucesos imposibles de condensar de manera lineal”, acotó y lanzó: “la literatura es mi centro”.
También dedicó unas palabras al futuro que está por decidirse en su país. Recordó los principios que le inculcaron sus padres que la hacen estar parada en la vereda izquierda de la cuadra del mundo. “Una vereda móvil, pensante y comunitaria, jamás he traspasado ese territorio ético” y “hoy las fuerzas de la extrema derecha pugnan por gobernar Chile, nuestra comunidad literaria junto con los ciudadanos” ven este escenario adverso y trabajan de manera intensa para evitar que llegue.
EN EL stand B33 del periódico El Occidental se podrá conocer como se genera la noticia
Para la novelista la literatura debe “desbiologizarse”; es decir, no debería importar quién escribió el libro, un hombre o una mujer, sino considerarsele por su contenido. Para la autora de Lumpérica, Los vigilantes y Vaca sagrada, “la literatura, es única y no necesita acotarse a un género, es transgresora”.
En la apertura, el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, quien vive exiliado por persecución política en su país, ofreció unas palabras en las que aseguró que lo más cruel de un poder totalitario es hacer sentir a un escritor extraño en su Nicaragua natal, así como él ahora se siente. Recordó con tristeza su biblioteca personal, un bosque de libros que ahora viven en la penumbra.
SE QUEDA EL FORMATO VIRTUAL
Raúl Padilla López, presidente de la feria, al dar su discurso de inauguración lamentó la pérdida de miles de personas debido a la pandemia que obligó a emigrar el encuentro literario a la plataforma digital el año pasado.
“Hoy volvemos, nos reunimos todavía con tristeza por la gran pérdida de vidas humanas que ha ocasionado la pandemia y con la consciencia de que el peligro sigue presente. Además, nos encontramos con la noticia de la pérdida de una gran escritora, Almudena Grandes a quien extrañaremos, y pedimos un minuto de silencio en su honor”, refirió Padilla en la ceremonia de inauguración.
Al asegurar que la virtualidad se conservará como una ventana alterna, luego de alcanzar 21 millones de personas en 84 países en 2020, el presidente de la FIL defendió la libertad de expresión en la literatura, los libros, los autores y los lectores y, en consecuencia, en la propia feria que, dijo, se rige bajo el paraguas de la autonomía de la Universidad de Guadalajara.
“La FIL es producto de la autonomía universitaria y esa autonomía es sinónimo de independencia ante el poder público, quienes pretenden socavarla se alían contra el oscurantismo y despotismo, van en contra de la sociedad y la ley misma. La feria es un espacio siempre abierto a todas las posturas intelectuales y políticas, aún cuando estábamos en tiempo de régimen de Estado hace 30 años”, recalcó Padilla.
La FIL cumple en esta edición 35 años. En los que ha sorteado dificultades económicas, políticas e incluso sanitarias: “La FIL es un ave de tempestades que ha salido adelante de no pocas dificultades, es difícil creer naciera en 1987 en una de las peores crisis económicas de México que golpeó a la industria editorial”, recordó.
En el mismo tono, Ricardo Villanueva Lomelí, rector de la Universidad de Guadalajara, refirió que en la feria, con 240 mil libros desplegados en diez mil metros cuadrados, lo importante son las palabras y letras “que nos hacen libren y nos hermanan nos ayudan a expresar cualidades más sutiles, nos ayudan a vernos y entendernos como integrantes de un cuerpo cívico más grande”.