Corredor de acero 6
EN NUEVE JUSTAS DE LA CDMX, EXPERIENCIA QUE CAMBIÓ SU PERSPECTIVA DE VIDA
La vida de René Salas no se entiende si no es corriendo. Desde hace 15 años, la rutina se impone, pero él reserva su tiempo para esos momentos en la mañana, cuando, desde el bosque de Aragón, alimenta el espíritu con los 10 kilómetros de rigor. “De la nada nació este amor al running, hoy, prácticamente no hay día que no corra y que no lo haga con gusto. Si no lo hago ya no es mi día completo, si no lo hago ya no despresurizo, si no lo hago ya no me siento René”, confiesa el corredor.
Como millones de personas, René encontró en los senderos y en la naturaleza un encuentro consigo mismo. La disciplina lo llevó a siempre querer más, hasta que descubrió en los maratones un reto acorde a sus objetivos. El mexicano ha corrido en nueve ocasiones el Maratón de la CDMX, un acontecimiento que ha marcado su vida. “Tengo el gusto de haber participado en seis Maratones de la Ciudad de México continuos, desde el 2012 hasta el 2018, fue la posibilidad de poder juntar las letras de la palabra México. Esos fueron continuos, anteriormente ya había corrido en tres ocasiones el de la Ciudad de México. Varios medios maratones, entonces estamos hablando que son nueve ediciones del Maratón de la CDMX”.
El recuerdo se impone. En su primer maratón, René lo terminó en casi seis horas. La cola del pelotón se acercaba y las fuerzas se agotaban. Eso lo llevó a buscar un coach para mejorar sus tiempos, fue así que encontró a Gerardo Carvajal, alguien que se ha convertido no sólo en una guía en las cuestiones deportivas, sino de la vida.
En esos momentos en los que las piernas no responden, René acostumbra a soltar palabras de aliento. “Ese último kilómetro, algunos le llaman muro, algunos el momento de la verdad, a mí me llena de energía, siempre que llegábamos a la altura de Insurgentes Sur, una de mis frases favoritas siempre era `Ya huele a CU', y escuchar que la gente que alienta con el
MARATONES DE LA CDMX CONSECUTIVOS mismo grito, para mí es maravilloso. Luego entrar al túnel, y después salir al estadio, es una gran emoción”.
Los procesos mentales que evocan los corredores al correr un maratón son especiales. Cada uno se aferra a todo aquello que lo motiva. “Yo soy una persona muy musical, a veces hasta me regaña el coach porque traigo los audífonos, traigo el celular abierto con la música; cuando he tenido esa situación complicada de seguir que ya no puedo me agarro de alguna canción, la que me haya puesto Dios”.