Economía de mercado con desarrollo inclusivo
Hoy en
día, existen contrastes muy marcados en nuestro país. De los 128 millones de habitantes que tiene, 55 millones aún viven en pobreza. Mientras que el PIB de Nuevo León se compara al de países completos como Hungría, Uruguay o Polonia. Y aún así, seguimos teniendo municipios como algunos en Guerrero donde el Índice de Desarrollo Humano es similar al de un país africano como Guinea.
La falta de acceso a oportunidades condena a millones de personas a no contar con lo más indispensable, y se convierte en frustración, enojo y desencanto. Pero tampoco es solución un modelo económico que destruya y desmantele lo que se ha logrado.
El reto que tenemos en México es encontrar la fórmula correcta que no está en los extremos para que haya bienestar, equidad y desarrollo para todos. Por eso, en COPARMEX se propone un nuevo modelo: La Economía de Mercado con Desarrollo Inclusivo para dar paso a una profunda reflexión, diálogo y consenso social.
México en 2018 optó por el cambio, lo hizo legítima y democráticamente. Pero hoy, a 3 tres años de distancia podemos constatar que hay pocos logros en materia económica y social. La pandemia agudizó lo que ya venía mal.
Hay que reconocer que el actual Gobierno, que llega a la mitad del sexenio este 1 de diciembre, ha procurado mantener la estabilidad financiera y los márgenes de endeudamiento han sido racionales. El costo de la rigidez y ortodoxia económica así como de la falta de apoyos a personas y micro empresas ha sido alto: 5.5 millones de mexicanos que integraban la clase media, hoy están en la pobreza.
La economía y la política deben estar armónicamente relacionadas; por desgracia, lo que hoy tenemos son tensiones y una sociedad polarizada. En nuestro país, lo primero que debemos reconstruir es la unidad nacional en torno a lo esencial; todos somos mexicanos y debemos unirnos para superar los desafíos que tenemos enfrente.
En Coparmex, primero somos ciudadanos y luego somos empresarios comprometidos en mejorar a la sociedad en la que vivimos. Acumulamos 92 años de existencia, en los que hemos promovido causas como la defensa de las libertades, la participación de los ciudadanos, la defensa de la democracia, el combate a la corrupción y a la impunidad, el mejoramiento del salario, la competitivi
La economía
y la política deben estar armónicamente relacionadas; por desgracia, lo que hoy tenemos son tensiones y una sociedad polarizada.
dad de las empresas y muchas causas más. Hoy, no es la excepción.
El Modelo de Economía de Mercado con Desarrollo Inclusivo es una propuesta que nace de la reflexión y del compromiso; surge desde la buena voluntad. Es un nuevo rumbo que pretende conciliar el crecimiento económico sostenible (que dé respuesta a las nuevas generaciones), con un Estado democrático y de derecho que propicie el desarrollo parejo, principalmente de quienes se encuentran en situación vulnerable, mediante la participación solidaria, subsidiaria, responsable e incluyente de todos.
Implica nuevas formas de construir ciudadanía, entendernos mediante el diálogo y sumarnos a la acción. Concebimos a la empresa y al emprendimiento como vehículo de cambio, un motor, una comunidad de personas que generan valor para todos, convencidos de su responsabilidad frente a la sociedad. Vemos al ciudadano en el centro de lo público, partícipe, corresponsable y cogestor de las decisiones públicas. Concebimos al Gobierno como el gran facilitador del proceso de participación ciudadana. Tanta sociedad como sea posible y tanto gobierno como sea necesario.
La propuesta no es un modelo acabado, es apenas el primer paso. Requiere de la aportación de las amas de casa, los padres de familia, los maestros, los comerciantes, los jóvenes emprendedores, los estudiantes. La Economía de Mercado con Desarrollo Inclusivo es una brújula que nos guiará a un mejor futuro. Es un modelo con valores.