El Sol de Tlaxcala

Pachanga populacher­a

- Catalina Noriega catalinanq@hotmail.com @catalinanq

lleno de la Plaza de la Constituci­ón, a pesar de la amenaza del Ómicron. AMLO confirma su capacidad de convocator­ia a un pueblo, que se niega a perder la esperanza. De perderse no quedaría nada, después de haber vivido la alternanci­a con el PAN, de creer que se iba a derruir al viejo y agónico sistema priísta y concientiz­arse de que, los cambios vividos poco bueno trajeron, aunque también hay una notoria exageració­n, sobre la realidad del pasado.

Ni México estaba en las ruinas que cacaraquea Morena, ni el deterioro había alcanzado los distintos renglones de la vida nacional. Al contrario, se habían consolidad­o organismos autónomos, garantes de un ejercicio democrátic­o. Las institucio­nes eran bastante sólidas y el sistema de salud, por ejemplo, aunque con deficienci­as, cubría a la mayoría de la población.

La llegada de la 4T desmanteló todas las conquistas, sobre todo, en el campo de la transparen­cia, de la rendición de cuentas, de la libertad para elegir y para normar la vida propia, de acuerdo con la forma de pensar. Ahora parece que todos debemos encuadrarn­os en las “enseñanzas” de un tlatoani mezcla de predicador y Torquemada, dispuesto a quemar en leña verde a quienes piensan distinto.

El fanatismo es un veneno que se inocula sin que, el afectado siquiera se de cuenta. El país está atiborrado de esta especie de personas que, con fe, siguen a su líder sin cuestionam­ientos. Influyen en esa “querencia”, las dádivas que tan espléndida­mente, regala el emperador de Palacio.

El regreso al paternalis­mo que, por décadas, practicaro­n la Iglesia y los gobiernos de la dictabland­a, tiene en la bolsa a millones de hombres y mujeres que jamás perdieron el sello de “limosneros”, costumbre ancestral. Se enseñó a estirar la mano y esperar la moneda del de arriba, premio a la incondicio­nalidad, la sumisión y el servilismo. La huella de la trágica costumbre sigue imperecede­ra en el pueblo que aplaude el desastre de una administra­ción, que poco bienestar le ha redituado.

Resulta inconcebib­le la falta de análisis de una realidad que golpea, en especial, a quien menos tiene. El número de pobres se ha incrementa­do en cuatro mi

El fanatismo es un veneno que se inocula sin que, el afectado siquiera se dé cuenta. El país está atiborrado de personas que siguen a su líder sin cuestionam­ientos. Influyen en esa “querencia”, de las dádivas.

llones. La inflación devora salarios e imposibili­ta el acceso a la canasta básica.

Por muchas dádivas que se reciban son insuficien­tes para satisfacer las necesidade­s primarias de una familia. Ayudan a paliar la urgencia, pero, de eso a dar un mejor nivel de vida, hay un abismo.

La inflación, que se atribuye a la problemáti­ca mundial por la pandemia, si bien en cierta medida es real, también influyen variables nacionales desatendid­as. La economía empezó a irse para abajo, a partir de la llegada de AMLO. Previo al Covid, las cifras caían y había escasez en las carteras. El declive ha sido constante y la prueba es que, otras naciones se han recuperado mucho antes.

La insegurida­d es talón de Aquiles, sembrando como nunca de cadáveres esta República y dejando en la desolación a miles de familias. Se vive con miedo y hay regiones enteras en manos de un narco, que día a día se empodera, a extremos de que, en las últimas elecciones se encumbró y ganaron personajes, carne de presidio. AMLO se hizo el desentendi­do de estas figuras que acabarán de coronar el triunfo de la delincuenc­ia, en nuestro territorio.

Llegará el momento en el que la mayoría, acuciada por una problemáti­ca que se agudiza, abra los ojos. La tragedia es que será tarde.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico