Llaman a no detonar petardos por fiestas
El 25 de diciembre, uno y seis de enero se concentra la mayor cantidad de monóxido de carbono
El gobierno de la República y animalistas llamaron a la ciudadanía a no quemar cohetes en las próximas fiestas decembrinas, pues contaminan el ambiente y lastiman los sistemas auditivo y nervioso de las mascotas.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales reportó que en las festividades navideñas los cielos se contaminan al estallar los fuegos de artificio, que conjugados con el humo que genera la explosión de juguetes explosivos, por parte de infantes, da como resultado la contaminación ambiental excesiva.
Señaló que la polución es resultado de la combinación de nitratos, sulfatos y percloratos en fórmulas de sodio, cobre, estroncio, litio, antimonio, magnesio, aluminio, entre otros compuestos químicos que permiten la coloración del fuego al momento de la quema.
En el aire, refirió, esa mezcla libera monóxido de carbono y partículas suspendidas que, junto con las emisiones del transporte, fábricas, fogatas y quema de llantas o basura, genera, sobre todo los días 12 y 25 de diciembre, uno y seis de enero, alta contaminación ambiental, escasa visibilidad y sensación de neblina.
Por su lado, Denna María Mendoza Arrevillaga, encargado del centro de adopciones “S.O.S. Patitas a Bordo Tlax
La Semarnat pidió disfrutar "el color y sonido de las fiestas navideñas, pero también pensemos en la salud de todos, principalmente la de los más vulnerables como niños, ancianos y personas con males respiratorios y cardiovasculares, así como en la salud del medio ambiente”.
cala” aseveró que el ruido, fuego y contaminación afectan por igual a todas las especies animales, pero en el caso de los suburbios sobresalta más a los perros.
Señaló que al momento de explotar petardos, los canes sufren de ansiedad, miedo descontrolado, taquicardia o en algunos casos, la muerte por paros cardiacos o atropellamiento cuando intentar huir del pánico que les producen las explosiones.
Aseguró que los perros no tienen la capacidad de racionalizar su ansiedad, por lo que sufren una forma más cruda e intensa de terror y para los que tienen suerte de estar en casa pueden padecer daño irreversible en su oído.
Mendoza Arrevillaga insistió sobre el problema, el cual dijo, ni siquiera debería suceder pues provoca multitud de quejas en las redes sociales, así como avisos de perros extraviados por el pánico.
Aconsejó a los dueños, acompañar a su mascota durante las detonaciones y con caricias tratar de reconfortarlos; muy importante no dejarla sola cuando exploten los petardos, porque el miedo a los mismos suele estar ligado a otros trastornos de ansiedad y dependencia.