Se sienten como en casa
EN NUEVA INGLATERRA Y JUNTO CON LOS COLTS SON LOS ÚNICOS EN LOGRARLO
de la división Este de la Conferencia Americana (AFC), le abrió la puerta a unos Bills de Buffalo que habían vivido a la sombra del histórico #12. Durante dos décadas, Brady se sintió como en casa jugando en Buffalo. El siete veces campeón de la NFL se enfrentó a los Bills en 35 oportunidades en su etapa con los Patriots, donde tuvo un récord más que favorable de 323.
Esas 32 victorias son la mayor cantidad para un quarterback contra un mismo equipo en la historia de la liga. Durante esos compromisos “TB12” sumó 8,669 yardas por aire con 70 touchdowns y 25 intercepciones.
Pero todo cambió con la partida del veterano Brady de Nueva Inglaterra. De repente en la división Este de la Conferencia Americana había pasado a dominio de los Bills y el Gillette Stadium dejó de ser territorio prohibido para una franquicia que de la mano del head coach Sean McDermott y el pasador Josh Allen están cambiando la historia.
La victoria del pasado domingo de Buffalo (3321) sobre Nueva Inglaterra les hizo recuperar la cima del sector a dos
La salida de Tom Brady
semanas del final de la fase regular, pero también se convirtieron en el primer equipo en ganar partidos en Foxborough en temporadas consecutivas desde que lo hiciera Indianápolis en 2005 y 2006.
Pero no solo eso, de paso se convirtieron en el primero, en ganarle a los Patriots por dos dígitos de diferencia en campañas consecutivas desde que lo hicieran los Broncos en 19951996.
De pronto un territorio que parecía infranqueable, terminó siendo accesible para unos Bills que van en camino a defender su trono como los monarcas de la AFC Este. Ya sin los Patriots en el horizonte, el camino cada vez luce más sencillo.
Ambos equipos comparten la cima de su división con registro de 96, Buffalo jugará sus dos partidos restantes en casa, ante Halcones de Atlanta (78) en la jornada 17 y frente a los Jets de Nueva York (411). Por su parte los Pats irán ante Jacksonville (213) en el Gillette Stadium, pero deberán visitar a los incómodos Delfines de Miami, que mantienen vivas sus esperanzas de calificar, aunque sea como comodín.