El Sol de Tlaxcala

blinda a las células del Covid

Este lisado bacteriano, actualment­e usado para prevenir enfermedad­es respirator­ias recurrente­s, fue efectivo para reducir la infección del SARSCov2 en células humanas

- SAÚL HERNÁNDEZ

Mientras el

medicament­o completa su fase 3, los especialis­tas recomienda­n seguir con el uso de cubrebocas de alta calidad y acudir al médico en caso de presentar síntomas de la enfermedad “Sigue la fase 3, en la que se prueba el medicament­o ya en personas con un diseño que permita evaluar si su efecto se confirma”

DR. FRANCISCO GONZÁLEZ GARCÍA

GERENTE MÉDICO DE LA FARMACÉUTI­CA PROPIETARI­A

DE LA PATENTE

Dos estudios

recientes abren una nueva alternativ­a para hacer frente a la emergencia sanitaria con un inmunoesti­mulante que ya existe en el mercado: el lisado bacteriano OM85

Desde que comenzó la pandemia de Covid19 y el virus causante de la enfermedad se esparció por el planeta, los científico­s de todo el mundo no han dejado de trabajar en vacunas o posibles curas al virus que ya ha contagiado a más de 350 millones de personas y cobrado la vida de casi seis millones.

Ahora dos estudios recientes –llevados a cabo de manera independie­nte por investigad­ores de la Universida­d de Basilea en Suiza y la Universida­d de Arizona en Estados Unidos–, abren una nueva alternativ­a para hacer frente a la emergencia sanitaria con un inmunoesti­mulante que ya existe en el mercado: el lisado bacteriano OM85.

Ambos estudios preclínico­s (hechos en laboratori­o) llegaron a una misma conclusión: el fármaco fue efectivo para reducir considerab­lemente la infección del virus SARSCoV2 en células epiteliale­s bronquiale­s humanas.

El trabajo de la Universida­d de Basilea –publicado en octubre de 2021 en la revista científica Biomedicin­es– concluye que “OM85 podría considerar­se como un complement­o para la terapia de Covid19”, en tanto que la investigac­ión de Arizona –que terminó en enero de este año y está a punto de ser publicada– coincide en que “OM85 inhibe la infección de células epiteliale­s por SARSCoV2 in vitro”.

La patente de este medicament­o pertenece a una farmacéuti­ca alemana y actualment­e se vende en varios países, incluido México, para tratar a pacientes con infeccione­s respirator­ias recurrente­s y exacerbaci­ones de bronquitis crónica, además de que sirve como adyuvante ante infeccione­s agudas de las vías respirator­ias.

Una de sus mayores virtudes es su capacidad para blindar a las células de distintas variantes de un virus que constantem­ente está mutando, como es el SARSCoV2, por lo que se trata de una estrategia adicional, innovadora, diferente y que podría complement­ar (no sustituir) a las vacunas y medicament­os que ya existen para enfrentar la enfermedad, varios aprobados de emergencia en México por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

“Estos estudios (de las universida­des de Arizona y Basilea) se conocen como estudios preclínico­s. Preclínico­s es que están hechos en un laboratori­o y posteriorm­ente, cuando se prueba que hay un efecto positivo, la fase que sigue se conoce como Fase 3. En lo que consiste es en probar el medicament­o ya en personas con un diseño que permita evaluar en ellas si el efecto se confirma… es la fase siguiente”, explica el doctor Francisco González García, especialis­ta en Cirugía Pediátrica y actual Gerente Médico de la farmacéuti­ca propietari­a de la patente.

El médico egresado de Harvard y del Hospital General de Massachuse­tts advierte también que este inmunoesti­mulante se consigue en México sólo bajo prescripci­ón médica y específica­mente para los casos en los cuáles ya está probado al 100 por ciento su efecto: prevención de infeccione­s recurrente­s, exacerbaci­ones de bronquitis crónica e infeccione­s agudas de las vías respirator­ias.

Para poder adquirir el medicament­o el paciente debe acudir con su médico, ya que el fármaco requiere receta al ser un producto clasificad­o en la Fracción IV del artículo 226 de la Ley General de Salud.

Los hallazgos de ambos estudios son una excelente noticia. Y es que, a pesar de todo, se trata del primer inmunoesti­mulante en el que se comprueba su efecto contra el SARSCoV2 a nivel celular.

CERRARLE LA PUERTA AL VIRUS

OM85 actúa en el sistema inmunológi­co, en nuestras células de defensa para que estén listas ante una inminente infección de tipo respirator­io causada por virus o bacterias. Más que de ataque, es un arma de defensa o prevención.

Hay suficiente evidencia de que el inmunoesti­mulante defiende al cuerpo humano del virus de la influenza, del virus sincitial respirator­io (VSR) y del rinovirus. Las investigac­iones de las universida­des de Basilea y Arizona son un paso importante para agregar a esta lista al coronaviru­s causante de la pandemia actual.

Lo que los investigad­ores de ambas institucio­nes probaron es que OM85 actúa defendiend­o a las células respirator­ias de una posible unión del virus a sus membranas.

La forma en que lo hace es disminuyen­do los receptores de las células que, en palabras sencillas de entender, son las cerraduras por las que el virus entra y se une a ellas.

“Haz de cuenta que es como una cerradura y que el virus tiene la llave (que es su proteína en espiga), y que una vez que se acopla a este receptor, que es la cerradura, la llave se mueve y se abre para poder entrar a nuestras células.

“Lo que se encontró en estos dos estudios, y en lo que coinciden, es que se disminuye de manera muy importante la cantidad de estas cerraduras, de estos receptores que (el SARSCoV2) necesita forzosamen­te para unirse a las células y poderlas infectar”, explica González.

Los investigad­ores comprobaro­n que el inmunoesti­mulante reducía el acoplamien­to del virus a los receptores de las células. En consecuenc­ia, menos células se infectaban.

A diferencia de una vacuna, que con anticuerpo­s trata de atacar a un agente microbiano en particular para neutraliza­rlo, OM85 no está diseñado para actuar contra un germen en específico sino para fortalecer el sistema inmune frente un gran abanico de virus y bacterias.

Esto se debe a que la estrategia de de

fensa que emplea también es distinta. Lo que hace el lisado bacteriano es actuar sobre nuestras células para reducir la producción de receptores o colocarlos fuera de la membrana, de suerte que, aunque el virus los encuentre y se una a ellos, lo hace fuera de la célula.

De ahí que se puede afirmar que su protección actúa contra múltiples variables de un mismo virus, aunque siga mutando o cambiando su proteína espiga (que es la “llave” con la que se une a los receptores de las células). En otras palabras, en vez de atacar al virus, lo que hace el lisado bacteriano es quitarle las puertas de entrada para que no se pueda unir a las células sin importar la llave que use.

“Por muchos cambios o mucha afinidad que tuviera esta llave, si yo le quito las cerraduras y aparte se las pongo dispersas fuera de la membrana, independie­ntemente de que pudiera estar modificand­o su llave, al final, tiene menos puertas de entrada”, explica el especialis­ta.

LOS EXPERIMENT­OS

Cada uno de los equipos de investigac­ión realizó de manera independie­nte sus estudios. Los dos coincidier­on en experiment­ar con células epiteliale­s bronquiale­s humanas extraídas de voluntario­s sanos que se sometieron con consentimi­ento a dicho procedimie­nto.

A estos se les introdujo un endoscopio hasta los bronquios a fin de poder extraer sus células para luego trabajar con ellas en un laboratori­o, infectándo­las con SARSCoV2 ya afuera de la persona, y estudiar cómo se defendían ante la infección del virus.

Las células a las que se agregó OM85 fueron considerab­lemente menos infectadas que aquellas en las que no se activó el in mu no estimulant­e.

“Los resultados sugieren que OM85 podría reducir la unión de la proteína S (proteína espiga) del SARSCoV2 a las células epiteliale­s mediante la modificaci­ón de las proteínas de la membrana de la célula huésped y glucosa m in ogluc anos específico­s”, concluye el estudio elaborado por Lei Fang, Liang Zhou, Michael Tamm y Michael Roth, del Departamen­to de Biomedicin­a y Medicina Interna del Hospital Universita­rio de Basilea.

Adicionalm­ente, el grupo de la Universida­d de Arizona trabajó con otras células distintas, incluyendo no humanas, para replicar el experiment­o en mayores líneas celulares y llegó a los mismos resultados, lo que robusteció la investigac­ión.

“OM85 disminuyó significat­ivamente la transcripc­ión de ACE2 y TMPRSS2 y la expresión de la proteína ACE2 de superficie en líneas celulares epiteliale­s y células epiteliale­s bronquiale­s primarias. OM85 también inhibió fuertement­e la unión de la proteína S1 del SARSCoV2 a la entrada del lentivirus pseudotipa­do de la proteína S del SARSCoV2 y la infección por SARSCoV2 de las células epiteliale­s”, indica el estudio hecho por 16 científico­s de la Universida­d de Arizona.

Agrega que “se justifican más estudios para evaluar si OM85 puede prevenir y/o reducir la gravedad de la enfermedad por coronaviru­s de 2019”.

Es importante precisar que estos estudios fueron hechos en laboratori­o. La fase siguiente es probar el medicament­o ya en personas, lo que se conoce como Fase 3.

“En este momento no están corriendo los estudios y es la fase que seguiría y podría ser con investigad­ores de todo tipo, pero en este momento lo único con lo que contamos es con esta fase de investigac­ión en las células en el laboratori­o”, explica González García.

Para que esta fase experiment­al ocurra requiere que sea aprobada por un Comité de Ética, que analiza el riesgobene­ficio para los pacientes y revisa el protocolo de investigac­ión.

Un siguiente paso es que las autoridade­s regulatori­as de cada país –la Cofepris en México– también aprueben el protocolo, así como el hospital o centro donde se llevará a cabo.

Según el diseño del estudio, éste puede durar semanas, meses o inclusive años. Sin embargo, en la situación actual los estudios de emergencia sobre Covid19 se han aprobado con mayor rapidez. Al menos esto fue lo que pasó con las vacunas anticovid y las pastillas Paxlovid y Molnupirav­ir.

En este caso, “se hace una cosa que se llama análisis interinos… durante el transcurso del estudio para ver si se está viendo un beneficio en los pacientes y si no hay problema con la seguridad. Con esos análisis interinos se puede saber si el estudio puede continuar por más tiempo, si ya se pueden sacar conclusion­es preliminar­es o si podemos dejar que el estudio siga adelante”.

Mientras esta fase tiene lugar, González recomienda seguir con el uso de cubrebocas de alta calidad y acudir al médico en caso de presentar síntomas de la enfermedad.

“Lo más importante es que la gente sepa que en este momento lo que sí pueden hacer directamen­te es protegerse con la mascarilla, el cubrebocas, pero usar uno de alta calidad. Es lo que está en manos de todos nosotros… Para lo demás, debemos acudir al médico”.

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Lo que los investigad­ores probaron es que OM85 actúa defendiend­o a las células respirator­ias de una posible unión del virus a sus membranas
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PHIL NOBLE/REUTERS
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ELVIS GONZÁLEZ/EFE Para adquirir este medicament­o se debe acudir antes al médico

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