LA MÚSICA LO AYUDÓ A ACEPTARSE
MARWÁN, CANTAUTOR Y POETA ADMITE QUE CON LA MÚSICA APRENDIÓ A CONOCER SUS CAPACIDADES Y LIMITACIONES, ADEMÁS DE ABRIRSE DE MANERA ÍNTIMA. EN MÉXICO PRESENTARÁ SU DISCO EL VIEJO BOXEADOR, CON EL QUE YA AGOTÓ SEIS FECHAS
Lo mejor que la música le ha dejado a Marwán es la oportunidad de hacer las paces consigo mismo. Por sus letras apasionadas y su música melódica, el español ha obtenido reconocimientos como el Premio Guille 2011 como mejor cantautor, así como la mención de honor en los Premios Emilio Castelar en España.
Pero lo más especial que le ha dejado su carrera como cantautor en cerca de dos décadas es la oportunidad de reconocerse de manera personal e íntima, “de volver a llevarme bien conmigo y aceptarme”, le dice a El Sol de México en entrevista.
“La música me ha ayudado mucho porque me ha hecho observar mis capacidades y limitaciones, los lugares donde tengo resistencias o a las cosas a las que me apego; a la fama o el éxito. Eso te hace aprender sobre ti y aceptar el momento vital donde estás. Es ahí dónde se pueden empezar a construir cosas”, comparte.
Esa ruta la ha seguido desde su primer disco, Trapecista (2008), en su paso como autor de poemas con los tres libros que ha publicado y con su último disco El viejo boxeador (2020), una colección de temas que apelan a la esperanza y el amor, sentimientos que vienen después del pesar de los momentos turbios de la vida.
“Aunque sea pesimista o esté en un momento de dolor, soy perfectamente capaz de sacarlas, de ponerle un altavoz a las heridas para ver qué quieren decir. Se dice que cuando uno está feliz vive y cuando está triste escribe. Y en la música yo regreso las emociones para poner las cosas en claro”.
El viejo boxeador es el disco más positivo de Marwán. Sus letras esperanzadoras llegaron a mediados del 2020, cuando la incertidumbre al inicio de la pandemia paralizó al mundo entero. Fue mera coincidencia, pues todas esas experiencias surgieron del dolor que plasmó en su material anterior Mis paisajes interiores.
“Para este disco tenía en claro cosas que había sacado de momentos tristes. Por eso me salió un disco tan optimista, porque te das cuenta de que después de un momento súper triste como el que pasé con el disco anterior, de mucho desengaño y decepción, de repente las cosas buenas regresan”, comparte.
Tan íntimo resulta el material que en la portada del disco aparece Marwán junto a su padre, una de las figuras que mayor inspiración le han otorgado en su formación artística y personal.
“Mi padre es palestino. La gente no lo sabe, pero Marwán no es un nombre artístico, me llamo así porque soy hijo de un refugiado palestino; es un nombre árabe.
“Mi padre nació en un campamento de refugiados, tuvo que enfrentarse a cosas que para nosotros son inimaginables. Y siento que por eso reflejaba muy bien el espíritu de ese viejo boxeador que se vuelve a levantar y que saca en claro cosas en esa batalla que mantenemos”.
La última lucha que ambos vivieron fue cuando su padre se contagió de Covid. En medio del temor y la incertidumbre, el cantante le contó los planes del que sería su quinto álbum de estudio, donde quería que él fuera parte. “Le dije cuando estaba en el hospital: 'El disco se va a titular El viejo boxeador y vas a salir en la portada'. Fue un momento mágico y emocionante. Este es un homenaje que mi padre se merece porque lo amo con locura, es de las personas más especiales de mi vida”, señala.
Por primera vez en casi dos años, el originario del barrio madrileño Aluche tocará las canciones de El viejo boxeador para el público mexicano. De las 10 fechas que tiene programadas, seis de ellas tienen localidades agotadas.
“Me imaginaba que los boletos se podrían agotar... Tengo una relación brutal con México y estoy agradecido de que me reciban así”