Linchamientos
En charlas con familiares y amigos me han preguntado qué ha sido lo más impactante que he visto en mi trabajo como reportero de la fuente policiaca. La respuesta siempre es la misma: el linchamiento de una persona el 20 de junio de 2018 en el barrio de San Nicolás, en San Pablo del Monte.
Ese suceso sin duda me marcó porque no es lo mismo acudir a un lugar cuando los hechos están consumados (un accidente, una explosión o el hallazgo de un cadáver), que vivir el proceso de detención de un sujeto por una turba enardecida y la brutal laceración golpe a golpe hasta provocarle la muerte, sin mayor sentimiento que la sed de venganza.
La mañana de ese miércoles de junio recibí el reporte de que tres sujetos armados atracaron un negocio de venta de productos Herbalife y sustrajeron una camioneta Ranger pick up de un domicilio. Al emprender la huida, Irving N., de 24 años de edad, fue capturado; sus dos cómplices lograron escapar a bordo de la unidad robada.
El resto de la historia fue detallado en una nota periodística en el Diario de los Tlaxcaltecas: (https://www.elsoldetlaxcala.com.mx/policiaca/video-linchana-ladron-en-san-pablo-del-monte-1780027.html).
Lo que más tengo grabado de ese episodio es el momento en que un sujeto de complexión robusta -no conforme con la golpiza propinada al presunto ladrónlevantó una roca de más de 10 kilos de peso y sin dudarlo la dejó caer sobre la cabeza de Irving, causándole convulsiones y la muerte de manera casi inmediata.
Ya sin vida, el cuerpo del joven originario de Amalucan, Puebla, fue arrastrado más de 50 metros por sujetos que enfrentaron a pedradas al grupo antimotines de la policía estatal que se vio rebasado, tanto en número como en capacidad de negociación.
Una historia similar la volví a vivir en Hueyotlipan el 1 de diciembre de 2018, justo cuando asumió el cargo el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Ese día, Juan Manuel N., pereció golpeado y estuvo a punto de ser calcinado al presuntamente atracar a un comerciante. (https://www.elsoldetlaxcala.com.mx/policiaca/confirmadoera-policia-de-puebla-el-linchadoen-hueyotlipan-2749331.html).
A esos casos se suma la muerte de dos hermanos el 7 de septiembre de 2019 en Tenancingo. Ambos fueron señalados por el pueblo de presuntamente ser los responsables de la desaparición de una madre de familia de oficio obrera de nombre Beatriz N. (https://www.elsoldetlaxcala.com.mx/policiaca/videolinchan-en-tenancingo-a-dos-personas-son-hermanos-4152471.html) y el 29 de agosto de 2020 un sujeto perdió la vida en el Fraccionamiento San Diego CROM, en Apizaco, al ser golpeado por más de 50 personas y abandonar su cuerpo inerte junto a una cancha de usos múltiples (https://www.elsoldetlaxcala.com.mx/policiaca/rencillas-entre-vecinos-de-fraccionamiento-dejaun-muerto-y-un-herido-en-apizaco-5690331.html).
En 2021, Tlaxcala registró 28 intentos de linchamiento, revelan datos de la organización Causa en Común, hechos clasificados como atrocidades por el uso intencional de la fuerza física para causar la muerte, laceración o maltrato extremo a una persona, como consecuencia de los altos índices de delincuencia e impunidad, así como del hartazgo social.
Y en lo que va de 2022, van dos linchamientos consumados en Mazatecochco, ocurridos el 18 y 28 de febrero, cuyas víctimas respondían a los nombres de Ulises N. y Eduardo N., de 25 y 17 años de edad, respectivamente, cifras con las que la entidad ocupa el tercer lugar a nivel nacional por este tipo de delitos.
Que el Plan Estatal de Desarrollo 20212027 incluya como eje rector Estado de Derecho y Seguridad, es transcendental ante el salvajismo que se vive en distintos municipios, sobre todo del sur de Tlaxcala, donde grupos sociales han optado por tomar la justicia por propia mano ante la desconfianza en la procuración de justicia.
Si bien esa forma de hacer justicia genera un supuesto “grado de satisfacción” al saciar la sed de venganza, representa un delito y una violación a los derechos humanos; pero no solo eso, deja al descubierto la ingobernabilidad al quedar rebasado el Estado de Derecho.
Lo peor no es eso, sino que aun cuando las autoridades en turno siempre dicen que investigarán, todos los linchamientos permanecen hasta hoy en la impunidad.
En el gobierno de la Nueva Historia se debe hacer algo, y pronto, ante los constantes linchamientos en Tlaxcala.