Desmoronó Covid a la familia de doña Vicky
La pandemia le arrebató a sus padres y a tres de sus cinco hermanos
Desde marzo de 2021 el dolor y la impotencia acompañan a la señora Virginia Esquina Hernández. El llanto y el cariño de su esposo son sus aliados para superar la pena que le dejó la muerte de sus padres al ser contagiados de Covid19.
No solo eso, tres de sus hermanos también fallecieron por la misma causa, desmoronando en tan solo 12 días a una familia de ocho integrantes.
Para doña Vicky, como mejor se le conoce, no tener la oportunidad de despedir a sus padres al estar en cuarentena por contagio, representa un pesar difícil de superar, al grado de creer en algunas ocasiones que siguen vivos.
Por eso este domingo, que se conmemora el Día de la Familia, no será igual a los de años anteriores, porque al menos para el núcleo Esquina Hernández no hay nada que celebrar.
En la sala de su casa, Virginia comparte a El Sol de Tlaxcala los detalles de la repentina muerte de sus padres y hermanos.
Rememora que en marzo de 2020, días previos de ser decretada la pandemia, su madre estaba internada en el Hospital General de San Pablo del Monte por neumonía, pero fue dada de alta al ser informados que ese nosocomio sería convertido en “hospital Covid” ante la inminente llegada del virus a nuestro territorio.
Fue así que su madre, Candelaria Hernández Gaspariano, regresó a su casa y durante todo un año se mantuvo con los cuidados sanitarios recomendados por las autoridades, junto a su padre, Tomás Esquina Mora.
Sin embargo, en marzo de 2021, su madre resultó infectada de Covid19, al parecer por una de sus hermanas de nombre Olivia, quien abiertamente decía que la enfermedad no existía y acudió a visitarla con síntomas de gripe y sin usar cubrebocas.
Ese día, doña Vicky acudió como todos los jueves a cuidar a sus papás –por acuerdo familiar y notó que además de no portar cubrebocas, su hermana presentaba síntomas de gripe, pero ella decía que era algo leve.
“Desde ese día yo regresé contagiada de la casa de mis papás, ubicada en San Pablo del Monte, a su domicilio en Totolac, y aunque no tuve síntomas en ese momento, cuatro días después me di cuenta que perdí el olfato al no oler el jabón, el champú ni los ajos… me asusté y de inmediato le hablé al médico que me consultó por videollamada y nos aislamos por mes y medio”.
La señora Virginia recuerda que alcanzó a llamarle a su mamá para platicarle que estaba contagiada, con dolores de pecho y dificultad para respirar, por lo que dejaría de visitarla por algún tiempo.
Su primera sorpresa fue que mientras ella estaba aislada, su hermana mayor de nombre Crescencia, de 65 años de edad, perdió la vida el 18 de marzo al también dar positivo y complicarse la enfermedad por padecer diabetes e hipertensión.
Apenas su familia se recuperaba de la pena por la primera baja, su hermana Olivia, de 54 años y quien también no creía en la enfermedad, falleció el 21 de marzo, luego de ser hospitalizada e intubada de urgencia.
Fue así que sus padres se quedaron solos y bajo el cuidado de una enfermera porque por los contagios todos sus hermanos estaban aislados y la recomendación médica fue no visitarlos para no aumentarles la carga viral.
Pese a ello, su madre falleció el 25 de marzo de 2021 y su padre cinco días después, el 30 de marzo, sin que nadie pudiera hacer nada al complicarse su infección, sumado a las enfermedades propias de su edad de 83 y 92 años, respectivamente.
“No pudimos hacer nada porque además de estar encerrados, a mi esposo el contagio se le complicó al grado de requerir un concentrador de oxígeno… antes de que mi mamá muriera me pudo decir que me quería mucho, a mi papá ya no le pude decir nada porque ya no podía hablar”.
La señora Virginia Esquina Hernández perdió a sus padres y a sus tres de sus hermanos a causa de la pandemia por Covid19
Su hermano Bernardino Esquina Hernández de 63 años, también murió por Covid19 pero a finales de diciembre de 2020, por un descuido que se le complicó.
PIDE A FAMILIAS AMARSE
Por esta gran pena, la señora Virginia Esquina pide a las familias amarse, mantenerse unidos y tomar esta pandemia como aprendizaje, porque muchas veces se dividen por cosas banales, sin encontrar el verdadero sentido de la vida.
“Los hijos a veces dicen que no ven a sus padres porque están trabajando y no tienen tiempo, pero deben saber que sus papás los necesitan y no para darles dinero, sino para hacerles compañía… lo que nos pasó es horrible, no lo hemos superado y seguramente tendrá que pasar mucho tiempo para eso, donde quiera que estén mis padres quiero que sepan que los amo y que deseo descansen en paz”.
Agregó que una enseñanza más de la pandemia es que nadie tiene la vida comprada, sea cual sea su posición política, económica o social, por ello “debemos vivir el hoy, porque el mañana no existe y no sabemos si vamos a amanecer”.