Imparable avance del descortezador
El cambio climático registrado en los últimos 10 años fomenta el desarrollo de esta plaga forestal
La plaga forestal del gusano descortezador ya tiene presencia en bosques de al menos 30 de los 60 municipios de Tlaxcala. Su rápida expansión se debe a la sequía atípica, que ocasiona estrés de los pinos afectados y endebles por incendios forestales.
Hasta 2020, la Comisión Nacional Forestal reportó plaga del descortezador en dos mil 500 hectáreas en los bosques más importantes del territorio estatal.
En opinión de comisarios ejidales de Tlaxco, Atltzayanca, Panotla, Hueyotlipan y Nanacamilpa la cifra ya duplica los daños de contaminación dados a conocer hace apenas dos años.
Por otra parte, aunque la plaga del descortezador ya llegó a los bosques de las luciérnagas en Nanacamilpa y Calpulalpan, aún no les afecta en su hábitat.
De patas resistentes, cuerpo duro y afiladas mandíbulas, el gorgojo barrenador es capaz de perforar la corteza de los árboles hasta acabar con ellos. Organizado en colonias, el descortezador de color negro azabache se convierte en un 'cáncer' de las coníferas de pinos, invade ramas y troncos hasta consumirlos.
Los ataques de esta diminuta especie a los bosques de Tlaxcala, son letales; se propaga en solo días, con el calentamiento de la tierra. Y aunque desde el interior del tallo los árboles reaccionan al segregar resinas como autodefensa, el intento es inútil; las mandíbulas del escarabajo penetran en busca de alimento.
Después de que llegan al corazón de los ocotes, las evidencias quedan donde inicia la raíz; madera reducida a polvo. Miden menos de un centímetro y viven unas cinco semanas, pasando de larva a pupa y adulto, empero, habiendo sequía, su reproducción es por millones durante los 365 días del año.
La plaga forestal del gusano descortezador ya tiene presencia en bosques de al menos 30 de los 60 municipios de Tlaxcala. Su rápida expansión se debe a la sequía atípica, que ocasiona estrés de los pinos afectados y endebles por incendios forestales.
Hasta 2020, la Comisión Nacional Forestal reportó plaga del descortezador en dos mil 500 hectáreas en los bosques más importantes del territorio estatal.
En opinión de comisarios ejidales de Tlaxco, Atltzayanca, Panotla, Hueyotlipan y Nanacamilpa la cifra ya duplica los daños de contaminación dados a conocer hace apenas dos años.
Por otra parte, aunque la plaga del descortezador ya llegó a los bosques de las luciérnagas en Nanacamilpa y Calpulalpan, aún no les afecta en su hábitat.
De patas resistentes, cuerpo duro y afiladas mandíbulas, el gorgojo barrenador es capaz de perforar la corteza de los árboles hasta acabar con ellos. Organizado en colonias, el descortezador de color negro azabache se convierte en un 'cáncer' de las coníferas de pinos, invade ramas y troncos hasta consumirlos.
Los ataques de esta diminuta especie Dendroctonus mexicannus a los bosques de Tlaxcala, son letales; se propaga en solo días, con el calentamiento de la tierra. Y aunque desde el interior del tallo, los árboles reaccionan al segregar resinas como autodefensa, el intento es inútil; las mandíbulas del escarabajo penetran en busca de alimento.
Después de que llegan al corazón de los ocotes heridos de hasta medio siglo de vida, las evidencias quedan donde inicia la raíz; madera reducida a polvo. Miden menos de un centímetro y viven unas cinco semanas, pasando de larva a pupa y adulto, empero, habiendo sequía, su reproducción es por millones durante los 365 días del año.
El cambio climático que sufre la tierra en los últimos 10 años, ocasiona el resurgimiento de esta plaga forestal, dejando daños a los ecosistemas y cuantiosas pérdidas económicas.
Entonces, los frondosos bosques dejan de brindar servicios a la población humana, animal y vegetal; mamíferos, aves y reptiles buscan otro lugar como hábitat.
Asimismo, la venta de troncos de ocotes es la discordia entre ejidatarios, quienes exigen auditorías a presidente de comunidad y comisarios ejidales.
RECORRIDO A LA PEÑA DEL ÁGUILA
El Sol de Tlaxcala acompañó a ejidatarios y especialistas que conocen al descortezador en el norte, centro y poniente del territorio estatal donde domina la plaga entre coníferas. Los bosques de pino TerrenateAtltzayanca, TlaxcoEmiliano Zapata y NanacamilpaCalpulalpan están infectados.
Todo esto, mientras los gobiernos federal, estatal y municipal, han iniciado acciones de saneamiento con el derribo de árboles; la medida no ha dado los resultados esperados.
Entre los límites de Yauhquemehcan, Xaltocan, Hueyotlipan, Panotla e Ixtacuixtla, las reservas naturales están plagadas por el escarabajo. Aquí, es igual que en la ley de la selva, donde el más grande se come al más pequeño. En el día, las águilas alzan su vuelo para cazar aves, conejos, ardillas y víboras de cascabel; en la noche, los coyotes y gatos montés.
Cientos de parcelas áridas fueron abandonadas por los hombres del campo, no les alcanza para comprar fertilizante y sembrar. Desde ahí, acaban de llegaron los primeros reportes de las presidencias de Comisarías Ejidales a las Alcaldías sobre el desastre ecológico.
Los árboles están secos y amarillentos, la enfermedad que deja este dañino insecto es palpable entre las coníferas. El gorgojo barrenador del pino, vive debajo de la corteza del árbol, se alimentan del tejido que conduce los nutrientes causándole la muerte.
En las zonas de mayor altitud donde comienza a sentirse más calor, antes del inicio de la primavera, los árboles viven estresados. Desde lejos se aprecian árboles secos, de cerca se constata que la vida silvestre podrá restaurarse en varias décadas.
En San Francisco Tlacuilohcan, municipio de Yauhquemehcan, fue reportada una reserva natural de ocotes infectada por la plaga del gusano, por lo que, es una prioridad de la administración de María Anita Chamorro Badillo, controlarla para que no se propague, informó la dirección de Desarrollo Urbano, Ecología y Medio Ambiente.
Informó que tienen bosque sanos y agua limpia de manantial, aunque se contamina kilómetros abajo, la idea de esta Administración es conservarla y que se practique el ecoturismo.
Senén Esteban Briones Briones, vecino de San Tadeo Huiloapan, municipio de Panotla, conoce los bosques de su alrededor como la palma de su mano, mientras muestra a este Diario las galerías del gorgojo del pino, expresa que enfrentan el problema desde hace 10 años.
“Los campesinos ven la plaga, pero no saben cómo combatirla, se conoce poco de este insecto y no tenemos ayuda de la Comisión Nacional Forestal”, refiere.
Liborio Cuéllar, director de Ecología de Panotla, sabe de las áreas afectadas ya reportadas a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Con más de 20 años en manejo de especies forestales y frutales en Apatlahco comenta que pronto verán sus bosques como el ocotal de Temetzontla, todo árido y seco y sin trabajos de restauración.
“En la reserva 1 y 2, la nopalera y las faldas de la peña del águila, todo está acabado, lleno del gusano descortezador”, expresa.
Enfatiza que han comenzado a realizar trabajos de zanjeo para captar aguas pluviales en el ocotal, municipio de Panotla, donde entre 2020 y 2021 derribaron unas 60 hectáreas.
Destaca que para el gobierno de Felicitas Vázquez Islas, alcaldesa de Panotla, es una prioridad ejecutar proyectos (pueblo y autoridades) de reforestación y restauración del bosque para liberarlo de la plaga.
“El municipio está invirtiendo en trabajos de zanjeo para captar agua de lluvia, en reforestación y con el establecimiento del vivero forestal y frutícola, aunque en el combate del descoterzador debemos trabajar todos los niveles de Gobierno”, puntualizó.
SENÉN ESTEBAN BRIONES BRIONES
VECINO DE HUILOAPAN
Los campesinos ven la plaga, pero no saben cómo combatirla, se conoce poco de este insecto”