Etapas de formación hacia la religiosidad
En la charla, María Teresa Juárez Pérez expuso que en la comunidad religiosa hay etapas que ayudan a los procesos de crecimiento, desarrollo como personas y específicamente en su caminar como mujeres a ser religiosas: es el aspirantado, postulantado, noviciado, juniorado y profesión perpetua. Esta última compete y comprende la formación permanente.
Dentro del Instituto no hay grados en sentido jerárquico, sino que hay servicios que se realizan por un tiempo determinado. Indicó que en el Instituto existe una madre superiora general; el gobierno de la comunidad es renovado cada seis años y entre sus facultades está el tomar decisiones, resolución de problemas o del envío o cambios de hermanas de sus destinos de misión.
“El Gobierno General del Instituto está integrado por la superiora general, cuatro consejeras y una ecónoma, la última es la encargada de administrar el recurso del Instituto y de ella dependemos las hermanas”, expresó.
Agregó que en cada una de las ocho casas del Instituto que están en el estado, las seis que hay en África, la de Roma y San Antonio Texas, hay una superiora local, delegada por la superiora general, que vela y cuida de las hermanas que viven ahí, en el sentido espiritual, fraterno, apostólico y de trabajo.
PREPARACIÓN ACADÉMICA
Señaló que al culminar de estar en la casa juniorada (aproximadamente dos años después) las hermanas tienen la posibilidad de estudiar alguna licenciatura.
“Gracias a Dios tuve la oportunidad de estudiar, ingresé a la Universidad Intercontinental con los misioneros de Guadalupe para estudiar la licenciatura en Filosofía, también realicé la maestría en Desarrollo Humano y en Psicoterapia Espiritual”, mencionó.
Dijo que si bien pueden elegir cualquier licenciatura, esa tiene que ser afín y de acuerdo con el servicio o carisma que realizan en el ICAS, que se refiere a promover la dignidad del ser humano, por lo que sus áreas de formación tienen que ver con la Doctrina Social de la Iglesia, enfermería, ciencias religiosas, trabajo social, filosofía, pedagogía y psicología.
Después de culminar el grado juniorado, las hermanas religiosas tienen la posibilidad de estudiar alguna licenciatura, e incluso maestrías.