DESEOS DE TRIUNFAR
EL JUGADOR DE MEXICAS EXPLICÓ QUE PUDO CRECER COMO PERSONA GRACIAS A LA DISCIPLINA DEPORTIVA
De niño era muy sedentario, no me gustaba hacer deporte y tenía sobrepeso, sufría bullying. Me decían "él no, porque está gordo", mucha carrilla"
EDUARDO AGUIRRE
CENTRO MEXICAS
Hoy en día, Eduardo Aguirre Espinoza de los Monteros es conocido por ser uno de los jugadores más emblemáticos de la Liga de Futbol Americano Profesional (LFA), además de ser el único en activo que cuenta con tres Tazones México. Pero la gloria y el reconocimiento no fue siempre así, de hecho, era todo lo contrario.
Como es la realidad de muchos niños en México, Lalo sufría de sobrepeso, bullying y no tenía desenvolvimiento social, por lo que optó por seguir el ejemplo de un compañero de la escuela y comenzó a entrenar futbol americano que, a diferencia de otras personas que siempre vivieron apasionadas del deporte desde muy pequeños, él sólo buscaba un cambio estético. Así lo señaló en entrevista con ESTO.
“Fue algo curioso y chistoso, totalmente diferente a otros compañeros. De niño era muy sedentario, no me gustaba hacer deporte y tenía sobrepeso, sufría bullying, mucha carrilla, me aplicaban el clásico ‘él no, porque está gordo’. Pero hubo un momento en que un compañero que era igual que yo se metió a jugar americano en Lomas Verdes, veía que bajaba de peso, estaba en forma y se volvía atlético”, narró
“Yo quería hacer lo mismo porque las niñas le hacían caso y llamaba la atención, ahí fue cuando me llamó a mí el americano, pero no por ser parte del deporte si no por algo estético, pensaba que con ello iba a estar mejor y dejarían de molestarme”, explicó Eduardo.
Aunque el hoy centro de Mexicas estaba convencido de que el futbol americano le ayudaría a desarrollarse como persona, la oportunidad tuvo que esperar un poco, hasta que ingresó a la vocacional dos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y ahí comenzó el cambio más importante de su vida a los 16 años.
“Fue un cambio abrupto en mi vida, un giro de 180 grados. Desde levantarme temprano, meterle más tiempo al estudio, atender los entrenamientos, comer bien, descansar bien, aguantar el cansancio y más. Los primeros tres años de juvenil fueron muy complicados, adaptarme fue muy complicado, yo estaba desconectado de todo ese mundo, pero a pesar de las dificultades nunca en ningún momento pensé en desertar, mi objetivo siempre fue claro”, comentó el centro de Mexicas.
El amor de Eduardo por el futbol americano nació hasta que llevaba un tiempo involucrado, antes de eso nada, no había visto un partido de la NFL, no conocía a los equipos, jugadores, las reglas ni lanzar un pase, pero sus objetivos le hicieron ver lo apasionante que es el deporte.
Además de conseguir bajar de peso, ser más sociable e implementar un día a día lleno de actividades y una sana nutrición, el futbol americano se convirtió en un estilo de vida para Eduardo Aguirre, uno en dónde la disciplina y la constancia lo es todo, dentro y fuera del emparrillado.
“El futbol americano te exige mucha responsabilidad y disciplina. Los que estamos dentro de este deporte tenemos un dicho: es justo y te regresa lo que le das. Si eres constante y disciplinado tendrás recompensas, pero tienes que estar ubicado en lo que quieres hacer”, aseguró.
A sus 30 años, Eduardo Aguirre es uno de los mejores jugadores en activo de la LFA y también en la historia de este circuito, sus dos campeonatos con Mayas y uno más con los Mexicas así lo avalan.
Sin embargo, el éxito deportivo solamente es una consecuencia de la dedicación al futbol americano, nunca estuvo mejor física, mental y emocionalmente.*