JUGAR EN COYOTES
ERNESTO NAVA SUMA 7 MIL 580 MINUTOS EN CANCHA EN EL ORGANISMO DE ASCENSO
El sueño del joven deportista Ernesto Nava “La Muralla” Zempoalteca, de jugar en Liga Premier, Expansión y Primera División, sigue vigente cuando el futbolista se afianza como uno de los mejores defensas de la Tercera División Profesional (TDP).
El zaguero comandó la zaga de los Licántropos de Puebla para calificar a la liguilla, lo que representa disputar su segunda postemporada en este organismo.
Esta semana viajará con su equipo al Estado de México donde jugarán la ida de la primera ronda ante un rival de la entidad mexiquense.
El deportista es originario de la comunidad de Axcotla del Monte, municipio de Totolac y su madurez futbolística la alcanza al sumar seis temporadas en la TDP, tiempo en el que ha sumado 7580 minutos en cancha, un record que pocos jugadores pueden presumir.
Su padre, Gonzalo Nava, se muestra optimista con el desempeño de su hijo, de quien ve capacidad para jugar en el mejor futbol mexicano.
Informó que tiene experiencia en la TDP con el Club Hidalguenses, Reales de Puebla, Grillos de Chetumal, Chaco Jiménez Guerreros de Tlaxcala y Licántropos de Puebla.
Señaló que a sus 19 años, ha crecido deportivamente por lo que está con posibilidad de llegar a formar parte de los Coyotes de Tlaxcala en la Liga de Expansión MX.
Con una estatura de un metro con 75 centímetros, es conocido como “La Muralla” por su fortaleza en línea defensiva.
“Se destaca por ser uno de los jugadores constantes y más férreos, su técnico Iram Mandala estuvo con los Lobos BUAP en ascenso y categorías menores, por lo que ve potencial a mi hijo”, sostuvo Gonzalo Nava.
Añadió que tiene el perfil para alinear en sub-20 profesional, “hay visores que llevan seguimiento a su carrera, esperamos sea abierta la puerta para que alcance su objetivo”.
Comentó que ve capacidad para que forme parte de Coyotes, “ojalá le brinden la oportunidad, los directivos de Licántropos resaltan su disciplina”.
El padre del deportista aseveró que la carrera de Ernesto ha sido de mucha disciplina al igual que la de su hermano Carlos, quien también forma parte del club poblano de la TDP.
“El sueño de mi hijo es ser profesional, ha convivido con jugadores que han logrado alcanzar ese nivel como Juan Pablo Domínguez con quien jugó en el Club Hidalguense, se fue a Potros UAEM y después fue campeón con Irapuato en la Liga Premier y posteriormente con Atlante en Expansión”, enfatizó.
El zaguero comandó la zaga de los Licántropos de Puebla para calificar a la liguilla