OPERA SIN REGULACIÓN EL TIANGUIS DE GANADO
Hacen negocios particulares sin documentos de movilidad o control de enfermedades de los animales
Los ganaderos que comercializan animales en el tianguis de Zacatelco operan sin regulación de movilidad o de control de enfermedades. Sin embargo, rechazaron que la actividad fomente el abigeato en la entidad. A la fecha, lo integran alrededor de 350 ganaderos regionales.
Los ganaderos que comercializan animales en el tianguis de Zacatelco operan sin regulación de movilidad o de control de enfermedades. Sin embargo, rechazaron que la actividad fomente el abigeato en la entidad.
La Ley Ganadera del Estado de Tlaxcala establece, en su Artículo 119, que toda conducción de ganado deberá ampararse con un documento denominado “Guía de Tránsito”, que será expedido por la Dirección de Agricultura y Ganadería del Estado por conducto de la Asociación Ganadera local respectiva o, a falta del oficio, por los presidentes municipales.
Entre otras cosas, el marco normativo prohíbe transitar con ganado durante la noche y la movilización de ejemplares enfermos, aunque marca que si al conducirse una partida de un lugar a otro, se enferma alguno de los animales, deberá detenerse en el lugar más inmediato para poner en observación y aislar a los demás.
Empero, en los tianguis locales hacen caso omiso a las medidas de regulación, pues solo comercializan el ganado entre particulares, sin registro, aretes o guías de movilidad, pues todo ello resulta engorroso y caro.
El ganadero Federico Díaz Portillo, originario de Santa Apolonia Teacalco, aseveró que lleva más de tres décadas participando en el tianguis de Zacatelco y observó que creció bastante; a la fecha lo integran alrededor de 350 a 400 ganaderos regionales quienes aportan 30 pesos para ingresar.
“Aquí en el tianguis no damos papeles como en otras partes, por ejemplo, yo voy a Atlixco, Puebla, y allá si es necesario entregar el documento para dar certeza que el animal está sano y no es robado, pues si nos agarra la policía cómo comprobamos que es nuestro, pero aquí en Zacatelco no se exige”, admitió.
De hecho, resaltó que en la mayoría de plazas omite regular la comercialización del ganado, es el caso de San Martín Texmelucan, Cuatro Caminos, Puebla, y en el tianguis sabatino de Tlaxcala capital.
A pesar de esa situación, rechazó que fomenten el abigeato, toda vez que la venta la llevan a cabo a plena luz del día y los animales son exhibidos al público, los cuales podrían ser reconocidos por sus dueños, si fuera el caso.
Para atender el tema de la salud animal, puntualizó que es tarea del comité regularlo, “pero ninguna administración se ha dedicado a normar la situación, únicamente les interesa cobrar los 30 pesos de cuota y pagar la renta de los terrenos, pues los predios donde se hace el tianguis son privados, tienen un legítimo propietario”.
TAMBIÉN PADECEN ASALTOS
Por otro lado, Guadalupe Saldaña Pimentel, originario de Nopalucan aseveró que el sector padece continuos asaltos en carretera y ninguna de las autoridades de los tres niveles de gobierno interviene.
“Gracias a Dios a mí no me ha tocado, pero sé de algunos compañeros que les han quitado animales, camioneta y todavía los dejan golpeados, lo que representa pérdidas para el negocio y hasta daños a la salud por el susto”, subrayó.
En el tianguis, acusó, no hay vigilancia, solo elementos de vialidad que intentan agilizar el tránsito vehicular, lo cual no es garantía de que se prevengan delitos al interior del mercado.
Otro factor que afecta el comercio de ganado, dijo, es el encarecimiento de combustibles, pues casi todos los comerciantes de reses ocupan camionetas de ocho cilindros, que demandan por lo menos 500 pesos de gasolina y cuando salen a recorrido requieren de 800 y hasta mil pesos.
Durante la cuaresma, resaltó, las ventas van a la baja, porque los carniceros ocupan pocas vacas para el sacrificio, pues la comunidad católica se abstiene de comer carnes rojas esos días
PRECIOS DE ALIMENTOS, POR LOS CIELOS
En tanto, el productor Alberto Rubio Pérez aseveró que, aunado a las escasas ventas, enfrentan el problema de pagar altos precios en la alimentación del hato; por ejemplo, antes el costal de revoltura de 40 kilos valía 380 pesos y ahora 460.
El problema económico, admitió, es generalizado, por ello intenta no vender tan caro sus animales, pues sabe que los clientes también enfrentan escasez de dinero y muy pocos pueden llevarse más de un ejemplar.
Los precios de las cabezas de ganado, explicó, van de los siete mil hasta los 25 mil pesos, dependiendo la raza, tamaño y crianza de cada bobino.
OFERTA DE ANIMALES DE DISTINTAS ESPECIES
Durante el recorrido, este Diario constató que en el tianguis de ganado ofrecen todo tipo de animales, como vacas, cerdos, cabras, borregos, yeguas, caballos, burros, polluelos de gallina, gallos y hasta gallinas de Guinea o perros de distintas razas.
Además, en el espacio comercial, ofrecen herramientas propias del campesino, como herrajes, monturas, herramienta agrícola, sombreros, fertilizantes, semillas, plantas y subproductos como huevo, carne y alimento para el ganado.
El sentir generalizado de los comerciantes ganaderos es que no están representados por su líder Jorge Espinoza, pues no llega a vender ganado, solo envía a su gente a cobrar la cuota de 30 pesos por unidad ingresada.