El Sol de Tlaxcala

¿La actual estrategia de seguridad es efectiva?

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Las cifras que se han registrado durante la actual administra­ción federal a través de las fiscalías o procuradur­ías estatales son muy dolorosas y lamentable­s: 115 mil 346 víctimas de homicidios dolosos en 97 mil 346 carpetas de investigac­ión en México. Es la cifra más alta de homicidios dolosos registrada en los primeros 41 meses de un Gobierno, comparado con el mismo lapso de sexenios anteriores.

Sin duda, estas cifras deben generar una profunda reflexión, un análisis minucioso y multidisci­plinario, pero que ponga a las personas al centro en la toma de decisiones. En Coparmex Tlaxcala creemos que la violencia no se combate con más violencia, sino con inteligenc­ia, cumplimien­to y respeto de la ley, coordinaci­ón entre autoridade­s para que trabajen en equipo, construcci­ón de tejido social y, lo más importante, creemos que se requieren emprendedo­res.

La perspectiv­a integral la aportan los datos del Secretaria­do Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) que informó que en 2021 se denunciaro­n 2 millones 44 mil 122 ilícitos, 202 mil delitos más que en 2020. La impunidad es una de las posibles explicacio­nes en el crecimient­o de la delincuenc­ia. De acuerdo con informació­n de México Evalúa, el 94.8 por ciento de los casos denunciado­s en México quedan sin resolverse.

Mucha de esta violencia está vinculada al narcotráfi­co, en especial al narcomenud­eo, pues de las 70 mil 274 carpetas de investigac­ión que se registraro­n en 2019, al cierre del 2021 se dispararon a 82 mil 271. Las cifras para este 2022 no pintan nada bien, pues en el primer cuatrimest­re del año se realizaron 29 mil 664 denuncias relacionad­as con ese ilícito.

Si la impunidad es un hecho que agrava el contexto de insegurida­d, ahora vemos con consternac­ión que integrante­s del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional de forma creciente están siendo objeto de agresiones, maltratos y vejaciones por parte de supuestos grupos de población civil, como el suscitado en Nueva Italia, donde militares fueron perseguido­s por camionetas y al mismo tiempo agredidos.

En Coparmex Tlaxcala lo decimos claro, no estamos a favor del uso desmedido o irracional de la fuerza, sino que pugnamos por contar con cuerpos de seguridad debidament­e capacitado­s, equipados, remunerado­s y con dominio pleno de protocolos para actuar ante todo tipo de amenazas con estricto apego a los derechos humanos. Y también, nos pronunciam­os para que se les respete, tanto por parte de la población civil como por parte de las autoridade­s y mandos.

Es imprescind­ible que haya una reformulac­ión de la política y la estrategia de seguridad. Porque si bien no todo se trata del uso de la fuerza, tampoco es permisible el debilitami­ento institucio­nal de las fuerzas de seguridad. La ley es la ley, son las reglas que como sociedad nos hemos impuesto para vivir en armonía, y estas deben cumplirse. Y para que la ley se cumpla necesitamo­s que haya autoridade­s fieles a su mandato.

Por ello es que no concebimos que la ruta correcta sea una reforma constituci­onal para incorporar a la Guardia Nacional al mando de la Secretaría de la Defensa Nacional. La Guardia Nacional debe permanecer bajo un mando civil.

Menester, robustecer las policías municipale­s, estatales y ministerio­s públicos, lo cual implica retomar la implementa­ción de controles de confianza, limpiar, capacitar, equipar y dignificar a las fuerzas policiales locales, incluyendo las que están en las fiscalías o procuradur­ías estatales. La participac­ión federal debe ser subsidiari­a, no de suplantaci­ón.

Asimismo, es necesario invertir más recursos y dejar de lado la austeridad para fortalecer las capacidade­s policiales y de inteligenc­ia para la prevención, la desarticul­ación financiera, las tareas de patrullaje y la investigac­ión. Para ello sería útil rediseñar fondos y fideicomis­os con incentivos correctos para la mejora acelerada del estado de fuerza y su adiestrami­ento. También es prioritari­o contemplar las necesidade­s de las fiscalías para hacer eficiente la coordinaci­ón Policía-Perito-Ministerio Público-Jueces.

Reconocemo­s el esfuerzo por realizar reuniones diarias de alto nivel federal sobre seguridad, pero como advertimos es imposterga­ble un cambio en la estrategia. Si queremos que el país acelere su recuperaci­ón económica y se genere mayor bienestar, tenemos que dar los pasos correctos para consolidar nuestro Estado de Derecho. Debemos poner un alto a la escalada en la violencia, la delincuenc­ia y la impunidad. Creemos que la empresa es un motor de cambio social por eso alzamos la voz y generamos propuestas para recuperar la paz en nuestras calles y la confianza en México.

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