Nicaragua ilegaliza a la Academia de la Lengua
La Real Academia de la Lengua Española y la Academia Mexicana acusan de atentar contra la dignidad de los ciudadanos y de dar un paso más allá de la opresión por parte de Ortega
MANAGUA. El Parlamento de Nicaragua canceló la personalidad jurídica de la Academia Nicaragüense de la Lengua, tras 94 años de existencia, a petición del presidente Daniel Ortega, acusada por el gobierno de no registrarse como un agente extranjero.
La cámara, controlada por miembros afines al presidente, prohibió con el apoyo de 75 de los 91 diputados otras 82 ONG, entre ellas la Fundación Enrique Bolaños, del expresidente homónimo, acusadas de saltarse el ordenamiento jurídico.
Entre los académicos nicaragüenses miembros de la Academia se encuentran también el exvicepresidente y escritor Sergio Ramírez, exiliado en España desde el pasado año, y la poetisa y escritora Gioconda Belli, también exiliada, al igual que Carlos Tünnermann, que fue embajador de Nicaragua en Estados Unidos y ministro de Educación durante el primer régimen sandinista (1979-1990).
Sin ningún debate en el pleno de la cámara, las cancelaciones de personerías fueron aprobadas mediante un decreto legislativo presentado por el diputado sandinista Filiberto Rodríguez, a petición del Ministerio de Gobernación (Migob), entidad del gobierno que supervisa a las ONG.
Ramírez señaló que ha recibido mensajes de las academias de todo el continente. La disolución de la Academia Nicaragüense de la Lengua “ha levantado una ola de estupor y repudio” en el mundo de las letras, apuntó.
“Nadie puede confiscar a las instituciones. No se cuál es la idea de ilegalizar la academia. Es una idea bárbara confiscar las investigaciones, el trabajo sobre la lengua”, dijo el autor de “Castigo Divino” y “Margarita, está linda la mar”.
“Entre las contribuciones al idioma, la ANL tiene la responsabilidad de aportar a los distintos diccionarios de la lengua, el diccionario mayor, los nicaraguanismos; hay diccionario jurídico, gramática (…) Todo esto se va a seguir haciendo de parte de los especialistas”, advirtió Ramírez.
MÁXIMAS CONDENAS
SERGIO RAMÍREZ ESCRITOR “Nadie puede confiscar a las instituciones. No se cuál es la idea de ilegalizar la academia. Es una idea bárbara confiscar el trabajo sobre la lengua”