Renuncias dan golpe mortal a Boris Johnson
Dos pesos pesados del gobierno conservador le dan la espalda y cuestionan su liderazgo; laboristas piden convocar a elecciones
“Esta situación no cambiará bajo su liderazgo y por ello ha perdido mi confianza”
SAJID JAVID EXMINISTRO DE SALUD
Según una encuesta de YouGov realizada ayer por la noche, 69% de los votantes cree que Johnson debería dimitir
LONDRES. La renuncia por sorpresa de los ministros de Economía, Rishi Sunak, y Sanidad, Sajid Javid, dio lo que parece ser el golpe de gracia al primer ministro británico, Boris Johnson, después de que dos de los grandes pesos pesados del Ejecutivo le retiraran su apoyo.
Su gobierno se desangra desde hace meses en una hemorragia que hasta ahora no ha hecho caer al “premier”.
Pero la salida de dos de los rostros más conocidos de su equipo le será más difícil de sortear que todos los anteriores contratiempos y escándalos.
La moción de confianza interna a la que sobrevivió hace menos de un mes evidenció que 41 por ciento de sus propios diputados conservadores ya no confían en él. En esta ocasión, la podredumbre ha llegado hasta el núcleo de su gabinete.
El puesto de ministro de Economía, conocido como el canciller del Exchequer, es el tercero en importancia del Ejecutivo y no en vano su residencia se encuentra en el 11 de Downing Street, la puerta de al lado del primer ministro.
En su carta de dimisión, Sunak dice que los británicos “esperan con razón que el gobierno se comporte de forma adecuada, competente y seria”.
“Creo que merece la pena luchar por esos estándares, y por eso renuncio”, explica en su misiva dirigida a Johnson.
“He llegado de mala gana a la conclusión de que no podemos seguir así”, dice.
También se mostró duro en su renuncia Javid, quien ayer denunció que el deterioro de los valores conservadores en el Ejecutivo de Johnson “no cambiará bajo su liderazgo”.
“Usted ha perdido también mi confianza”, dijo Javid en su misiva al primer ministro británico.
Tras esos anuncios, el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, pidió convocar elecciones generales anticipadas.
“El Partido Conservador está corrompido y cambiar a un solo hombre no lo arreglará”, escribió.
A los dos dimisionarios no les bastaron las disculpas presentadas horas antes por Johnson por haber nombrado en un cargo importante a Chris Pincher, un dirigente conservador que la semana pasada renunció y reconoció que había toqueteado, en estado de ebriedad, a dos hombres, uno de ellos diputado.
El gobierno aseguró inicialmente que Johnson no estaba al tanto de comportamientos similares de Pincher en ocasiones anteriores.
Pero ese argumento se desmoronó este martes, cuando un excolaborador de Johnson reveló que el jefe de gobierno fue informado en 2019, cuando era ministro de Relaciones Exteriores, que Pincher ya se había visto involucrado en un incidente de ese tipo.
Sunak será reemplazado en el cargo por Nadhim Zahawi, que se desempeñaba como ministro de Educación y Javid será sustituido por Steve Barclay, hasta ahora responsable de la coordinación gubernamental. Ambos fueron nombrados por Johnson.
La partida de Pincher, que estaba a cargo de la disciplina de la bancada conservadora en el Parlamento, se suma a otros escándalos de índole sexual, en algunos casos con repercusiones judiciales.
A mediados de mayo, un diputado conservador sospechoso de violación fue detenido y posteriormente puesto en libertad bajo fianza.
En abril, otro legislador dimitió por ver pornografía en la cámara en su teléfono móvil. Y un exdiputado fue condenado en mayo a 18 meses de prisión por agredir sexualmente a una niña de 15 años.
El gobierno de Johnson también se ha visto sacudido por el escándalo de las fiestas de Downing Street (el 'Partygate') celebradas a pesar de las restricciones contra el covid durante la pandemia.
Johnson sobrevivió el mes pasado a una moción de censura presentada por conservadores rebeldes y esa experiencia hubiera tenido que darle la oportunidad de mostrar “humildad, firmeza y de [emprender] un nuevo camino”, escribió Sajid Javid en su carta de renuncia.
Johnson, de 58 años, enfrenta aún una investigación parlamentaria que busca si mintió en su defensa sobre el Partygate.
La erosión de su imagen se saldó en derrotas de los conservadores en dos elecciones parciales a fines de junio, una de ellas en un feudo histórico de los Tories que pasó a manos de los Laboristas.
Esta crisis política se suma a las dificultades que enfrenta el país para adaptarse a su salida de la Unión Europea (UE) en 2020, con tensiones con el bloque de los 27 en torno a la frontera terrestre entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte.