Justicia sí, revancha no
Decía Martin Luther King que “la injusticia en cualquier lugar es una amenaza para la justicia en todas partes”. Nada más atinado para describir el momento que vive México.
Evitaré agregar nombres en esta columna, porque no pretendo defender o condenar a nadie, sino de alertar sobre lo evidente y cotidiano que se ha convertido el uso de las instituciones encargadas de la procuración de justicia en el país, para atacar, amedrentar, agredir, difamar e intimidar a la oposición del gobierno en turno.
En una democracia, la libertad de pensamientos y acciones políticas no debería ser un motivo de riesgo para quien se asume como opositor al régimen de moda. Las libertades y democracia ganadas durante décadas y la propia Constitución, deberían ser suficientes para que nadie hiciera uso faccioso de las instituciones del país.
Sin embargo, en los últimos años hemos sido testigos de cómo los gobiernos se han encargado de darle tareas específicas a la extinta Procuraduría y recién Fiscalía, para ser un brazo opresor en contra de quienes, en su legítimo derecho, no coincidan con el actuar del gobierno; paradójicamente la Fiscalía parece estar más interesada en la persecución política que en investigar y capturar a los criminales que siembran terror en buena parte del territorio nacional.
Cuando se planteó la reforma política en 2018, se hablaba de la necesidad de transformar a la Procuraduría General de la República en Fiscalía General de la República, pensando en un cambio estructural que, entre otras bondades, separaría a esta institución del Poder Ejecutivo, con la finalidad de que pudiera actuar de manera autónoma y en plena libertad.
Años más tarde, muy pocos, por cierto, somos testigos de que lo plasmado en la Ley solo fue una carta de buenas intenciones. Como ocurrió en el pasado inmediato, el poder político evidencia estar por encima de las normas, al utilizar a las instituciones para venganzas personales y revanchas políticas.
Anhelo como mexicana ver a nuestro
En una democracia, la libertad de pensamientos y acciones políticas no debería ser un motivo de riesgo para quien se asume como opositor al régimen de moda.
país en un entorno de civilidad, de respeto a la Ley y al Estado de Derecho; un México sin corrupción ni impunidad. Creo firmemente que las instituciones son más fuertes que cualquier intento por empañarlas, y que los ciudadanos volverán a actuar con valentía en 2024, para acabar de una vez por todas con el gobierno más autoritario y violento, del que el país tenga registro.
GOBIERNO DE COALICIÓN
La semana pasada el PAN, PRI y PRD, anunciaron los inicios de los trabajos para la construcción de las leyes secundarias en materia de gobiernos de coalición, lo cual tiene la finalidad construir un país más fuerte desde diferentes perspectivas.
Auguro éxito en este paso que dan las instituciones políticas, pues actuar en congruencia y con apego a la legalidad, serán variables que permitan recuperar la confianza ciudadana y encabezar gobiernos vanguardistas con visión de futuro.
DEL INTERÉS POR LA EDUCACIÓN A LA PREMISA POR LA OBEDIENCIA
Resulta un despropósito el nombramiento de la Secretaria de Educación Pública, pues una vez más se ha privilegiado la obediencia y la lealtad sobre las capacidades.
Sobran nombres de personas que cuentan con las cartas credenciales, para apostarle al desarrollo de los niños y jóvenes del país, pero como ya hemos visto en estos cuatro años, ese tema a este gobierno no le interesa.
Agradezco el favor de su lectura.