“El símbolo de Pemex era un charro”
La Ley de Austeridad Republicana era muy precisa en atajar que funcionarios saltaran de un cargo en el Gobierno a uno en la iniciativa privada, pero resulta que hay quien, luego de ser servidor público, usa sus conocimientos, información privilegiada y contactos para ponerlos al servicio de intereses contrarios.
Esta semana se destapó en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador uno de estos casos de conflicto de interés. Se trata de un personaje que laboró en Pemex hasta hace dos años y ahora se integró al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) como secretario particular del actual dirigente, Ricardo Aldana.
“Pues no está bien, pero ya no está en la empresa y no podemos nosotros meternos en lo que decidan en el sindicato”, dijo López Obrador. “Esto debe de evitarse porque sí hay conflicto de intereses. Es como lo que sucedía, de que los expresidentes se iban a trabajar a las empresas que favorecían cuando eran mandatarios; lo que pasó con Zedillo, que privatizó los ferrocarriles y luego se fue a trabajar a la empresa que compró los ferrocarriles; o lo de Calderón, que se fue a trabajar a Iberdrola. ¿Iberdrola? Sí, de consejero, la eléctrica española. Pues eso no, no está bien”.
Alejandro Cabrera Fernández encabezó hasta octubre de 2020 la Coordinación de Relaciones Laborales y Recursos Humanos de la petrolera mexicana, pero fue despedido por faltar a los principios éticos de la empresa, luego de filtrarse un video en el que se le veía reunido con el exdirigente Carlos Romero Deschamps, quien para entonces ya tenía varios expedientes penales en su contra. Estas reuniones, se sabe, no contaban con la anuencia de sus superiores, quienes no estaban ni enterados.
Hace unas semanas, Cabrera reapareció en el aniversario del STPRM, muy cercano a Ricardo Aldana Prieto, actual dirigente del sindicato de Pemex, quien a su vez también es muy cercano a Romero Deschamps. En las fotos y videos se ve cercano a la comitiva principal, en la cual también aparecen las secretarias del Trabajo, Luisa María Alcalde, y la de Energía,
Rocío Nahle.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no se pueden meter en las decisiones del sindicato, no obstante, el mandatario instó a evitar este tipo de prácticas.
La preocupación probablemente radica en que Cabrera Fernández tuvo acceso a información privilegiada de Pemex durante su encargo, así como contactos al interior de la empresa, por lo que podría estar influyendo u obstaculizando decisiones y toma de acuerdos.
“Yo recuerdo que el símbolo de Pemex era un charro y decían que, de tanta corrupción, cada vez estaba más zambo el charrito de todo lo que tenía que cargar; ahora ya no, ya el charro ya está así, se está recuperando. Porque había mucha corrupción en Pemex y en la Comisión Federal de Electricidad, y en todo el gobierno en general”, dijo López Obrador.
¿Había?