Riesgos de desastres naturales y humanos Los desastres
naturales y humanos son fenómenos complejos, no todos generan los mismos daños ni tienen los mismos efectos secundarios. En muchas ocasiones, los efectos del desastre atraviesan múltiples sistemas y los riesgos que incrementan su ocurrencia y consecuencias devastadoras provienen de los patrones de desigualdad, la pobreza, la regulación de asentamientos humanos y otros factores.
En los últimos dos años hemos vivido los efectos de una serie de desastres interconectados a nivel global como la pandemia de Covid19, la crisis climática y la pérdida de la diversidad, que exacerban los riesgos que puede generar un fenómeno natural, como los huracanes y tormentas tropicales, los temblores, las sequías o un incendio forestal. Esa combinación de factores genera una reacción que afecta a diversos sectores en distintas escalas y evidencian la compleja interdependencia que existe entre los ecosistemas, la biodiversidad, el clima y la sociedad.
Esta interacción incide en el aumento de las vulnerabilidades y las exposiciones al riesgo, por lo que debe ser considerado en las políticas para la gestión del riesgo de desastres, ya que pueden superar la capacidad de recuperación de las comunidades afectadas.
En América Latina, la pandemia de Covid19 un desastre conforme a los estándares internacionales en esta materia incrementó la desigualdad en nuestra región. De acuerdo con datos de la CEPAL, la pobreza se incrementó, aumentó la deserción escolar y las brechas de aprendizaje e impactó los sistemas de salud, y de manera desproporcionada a las personas en condiciones de pobreza extrema. Los gobiernos de la región buscaron aliviar estas situaciones a través de distintos programas de apoyo y la asignación de recursos extraordinarios.
En este escenario, la fiscalización de la gobernanza de los riesgos de desastres, como lo ha reconocido la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, juega un rol fundamental para consolidar los avances en los sistemas de gestión del riesgo y fomentar la transparencia y la rendición de cuentas de los recursos públicos destinados a ellos.
En el mismo sentido, la GUID 5330 “Orientaciones sobre la Auditoría de la Gestión de Desastres” de la INTOSAI apunta que las Entidades Fiscalizadoras Superiores contribuyen a garantizar la rendición de
La fiscalización de la gobernanza de los riesgos de desastres juega un rol fundamental para consolidar los avances en los sistemas de gestión del riesgo y fomentar la transparencia y la rendición de cuentas...
cuentas y la transparencia en las distintas modalidades de gestión de desastres es decir, las actividades previas al desastre, cuando se produce el desastre y en las actividades de reconstrucción. Además, pueden favorecer la sensibilización sobre la importancia de la reducción de riesgos, evalúan la rentabilidad de las medidas de reducción de riesgos y auditan la ayuda posterior al desastre, así como las labores de rehabilitación y reconstrucción. Así, las EFS vigilan que tanto los recursos y las políticas públicas para atender estas situaciones de emergencia cumplan con los estándares de eficiencia, eficacia y economía, detectan áreas de oportunidad y hacen recomendaciones para mejorar su desempeño.
Los informes de estas auditorías generan un valor agregado por la sociedad en momentos críticos, porque fortalecen la gobernanza de los sistemas de gestión de desastres, favorecen la preparación de los gobiernos para dar una respuesta eficaz y concretar la recuperación ante un desastre, contribuyendo a la resiliencia de las comunidades. Por esta razón, la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores (OLACEFS) en su próxima Asamblea General en este mes, discutirá sobre esta temática, con el propósito de intercambiar conocimientos y experiencias para potenciar el impacto de la fiscalización de la gestión de desastres y, con ello, contribuir a prevenir y reducir los riesgos y favorecer una respuesta eficaz ante una emergencia.
No dio
Ya les había dicho de todo en los días anteriores, en especial a los cuatro que él nominó para ese cargo. La intromisión en los Poderes Judicial y Legislativo es la más cínica de que tengamos memoria. Los atropella como si fueran sus siervos, en ese desconocimiento que hace de la Constitución y del Estado de Derecho.
Estamos aviados con un remedo de dictador tropical, que no está dejando piedra sobre pìedra. Lo peor es el silencio alrededor de estos hechos. No ha habido un gobernador de oposición que enfrente los caprichos y barbaridades del tabasqueño. Tampoco la Iniciativa Privada o algunas ONGs. Sólo unos cuantos diputados y senadores exigen el que se retome la vía democrática.
En el tema de la Prisión Preventiva Oficiosa, les fue fácil a los sumos jueces salirse por la tangente. Lo dijo Diego Valadés, autoridad en la materia: La Suprema Corte no puede eliminar un Artículo Constitucional, lo que recaería en el Legislativo. Otras voces sostenían que, al violarse los Derechos Humanos anulando la garantía de la presunción de inocencia, lo que contraviene incluso, Tratados Internacionales firmados por México, se podía derogar. Es sabido que los caminos de la Ley son intrincados y difíciles de entender para los neófitos. A último momento, el ministro Aguilar retiró su proyecto, con lo que quedó zanjada la discusión.
Los perjudicados, sin lugar a dudas, son quienes menos tienen. Esas más de 90 mil personas encarceladas sin sentencia, las que a saber cuándo podrán tener la conclusión de sus procesos judiciales.
El segundo drama semanal fue la traición de Alito Moreno, presidente del Tricolor, personaje indefendible. Alito el corrupto salvó su pellejo, a punto de ser desaforado por la andanada de acusaciones que le lanzó la desgobernadora de Campeche, Layda Sansores, otra corrupta de una pieza.
tregua: Hasta el último momento, previo a la votación de la Prisión Preventiva Oficiosa, AMLO siguió atosigando a los ministros de la Suprema Corte. “Sería una chicanada eliminar la prisión preventiva”, les gritó, en una más de sus vergonzosas presiones al máximo tribunal.
En el tema de la Prisión Preventiva Oficiosa, les fue fácil a los sumos jueces salirse por la tangente. Lo dijo Diego Valadés, autoridad en la materia: La Suprema Corte no puede eliminar un Artículo Constitucional, lo que recaería en el Legislativo.
Las grabaciones que presentó la dama de Marras acabaron de enlodar la imagen de quien jamás debió estar al frente del PRI y ya tendría que haberse despedido de él. El meollo del zafarrancho fue el segundo gran capricho del tlatoani: incorporar a la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas, descarada militarización de la República.
Frente a la negativa de la oposición y de un grupo destacado de Senadores priístas, el perversillo Moreno maquinó la fantochada de la iniciativa de ley de una diputada duranguense. Consistía en alargar el plazo de permiso del ejército en las calles hasta el 2028, en lugar del existente 2024. Los argumentos a favor de Yolanda de la Torre y Alito fueron tan absurdos que la mayoría los ignoró, lo que acabó de dejar en claro el objetivo de la triquiñuela.
El vergonzante lidercillo tricolor tiene a su favor al aparato de primera línea de la burocracia partidista, pero en contra, a quienes aún militan de corazón en el organismo político, que lo quieren ver fuera a la brevedad. A su moción lo acompañó veloz Rubén Moreira, otro pájaro de cuenta al que, si le sacan a relucir la podredumbre, inunda la sala de plenos de pus.
En medio de estos sainetes los mexicanos y nuestro triste destino en manos de traidores corruptos y el remedo tropical de dictador.