Gilberto Santa Rosa admite que el género está llegando tarde al espectro digital, pero se mantiene; estrena el álbum
Debut y segunda tanda
El salsero Gilberto Santa Rosa recuerda que, en sus primeros años en la industria musical, todo el mundo quería cantar en inglés y hacer crossovers con los americanos. El español, si bien se sostenía con fuerza, no era la lengua más popular ni mucho menos la más consumida.
Tuvieron que pasar varias décadas para que el español fuera el foco del mercado musical. Hoy hasta los españoles fingen acento latino. Y esto se debe, dice el músico, a una lucha que comenzó hace muchos años con los géneros afroantillanos y que fue consolidada con el movimiento de la música urbana.
“La salsa ha tenido su propia historia y su propia vigencia. La salsa es un género sobreviviente”, asegura en entrevista con Gilberto Santa Rosa, uno de los salseros con mayor trayectoria y ampliamente reconocido por combinar el género con la balada y el bolero.
El Caballero de la Salsa sostiene esta conversación con motivo de su más reciente lanzamiento discográfico, Debut y segunda tanda, en el que incluye ocho canciones, cinco de ellas reinterpretaciones de temas de otros artistas, del que lanzará en octubre una edición Deluxe.
Aunque hoy tiene un nombre consolidado en la industria, cuatro Premios Grammy y ha vendido más de tres millones de discos en Estados Unidos y Puerto Rico, la pelea por llegar a esa cima es dura. Y eso es algo que, dice, enfrentarán también las nuevas generaciones.
“(En la salsa) tenemos problemas de difusión, de hacer figuras, porque hacer figuras no tiene nada qué ver con el talento de los artistas. Hablo de la parte comercial de poder identificar a estas figuras con un gran éxito. Ya lo dijo mi amigo Marco Antonio Solís: ésta es una industria hecha a base de canciones”, considera el intérprete de éxitos como Conteo regresivo
y Que alguien me diga.
Según Santa Rosa, un éxito musical se consigue con una buena mezcla entre los medios digitales y un trabajo exigente en el medio tradicional, que es el que, finalmente, moldea las canciones y hace que el público identifique a un artista.
Domingo 11 de septiembre de 2022