Revisa Despegar el trabajo presencial
Una de las mayores agencias de viaje en línea asume decisiones arriesgadas para atraer talento
Tras la pandemia, la agencia de viajes en línea Despegar tomó decisiones arriesgadas para atraer y retener personal: autorizar el trabajo a distancia durante tres meses al año, desde cualquier parte del mundo, solo para las posiciones que se requiera. Fue una decisión novedosa "un poco arriesgada" que ha ido evolucionando, dijo Alejandro Calligaris, country manager de Grupo Despegar México.
El mercado laboral, al menos en el sector turístico, se dirige hacia la flexibilidad, pues "se ha replanteado el paradigma del trabajo presencial" y ahora será un "plus (…) hallar el equilibrio" con el trabajo a distancia, dijo a El Sol de México.
La pandemia de hace dos años golpeó a la actividad de los viajes y al turismo. Para evitar la propagación del Covid19, los hoteles cerraron y aerolíneas cancelaron miles de vuelos. La temporada vacacional de Semana Santa de 2020, en México, es histórica porque el turismo se detuvo.
Con el cese de actividades y una lenta recuperación, miles de trabajadores en los destinos turísticos del país se regresaron a sus lugares de origen o bien dieron inicio a sus propios negocios. Prácticamente el turismo padece un déficit de empleos y ahora las empresas están en la dinámica de retener a los empleados mejorando las condiciones en las contrataciones.
Julieta Manzano, directora comercial de Mercer, explicó que en estos dos años la gente encontró otro empleo porque en el turismo no había trabajo o pusieron su propio negocio, por lo que ahora se registra una escasez de personal capacitado.
Las empresas son “muy vulnerables y la pandemia no ha acabado y tampoco
Vacacionistas
La Unión Europea enfrenta las consecuencias de entregar su desarrollo industrial al gas y petróleo ruso, y con ello sucumbir ante el juego geopolítico de Vladimir Putin.
Rusia actuó con paciencia y visión de futuro al permitir la construcción de infraestructura que conectara el occidente europeo con los yacimientos que se encuentran en su territorio: obtuvo beneficios económicos de corto plazo al vender el energético, pero también renta política y militar de mediano y largo plazo al cerrar la llave de su gas y petróleo ante las fricciones desatadas por la invasión a Ucrania. La ocupación de mantiene y la Unión Europea se enfría.
La consecuencia es clara: el fantasma de la inflación y la falta de recursos energéticos recorre Europa con una fuerza no vista desde la Segunda Guerra Mundial: Alemania, Francia, España e Italia, el corazón económico de la Unión Europea, enfrentan problemas para mantener operando a su industria: la energía verde no alcanza.
Los primeros efectos son visibles a través de la cotización del euro frente al dólar: la moneda única se ha debilitado a niveles históricos ante la certeza de una recesión que ya se ve en la contracción industrial de Alemania y el aumento en los precios. Gran Bretaña también enfrenta desequilibrios históricos: la libra esterlina pierde fuerza frente al dólar ante el déficit de sus cuentas externas y los problemas políticos internos, un escenario no visto en 40 años. Con ello, los dos socios estratégicos de Estados Unidos en Europa se encuentran en el proceso de pasar de una desaceleración a una recesión; la segunda en menos de cuatro años. Si bien puede plantearse que Rusia no se encuentra en la situación que se preveía ante el bloqueo instrumentado por los países occidentales, es evidente que la ayuda de China y la India no bastarán para evitar una recesión en aquel país.
Además, ¿por cuánto tiempo podrá sostenerse la exportación de insumos industriales asiáticos a Rusia? Parte de la respuesta dependerá de la eficacia de cómo se maneje la crisis inmobiliaria y bancaria que se vive al interior de China y de cuántos recursos pueda seguir canalizando sin que ello afecte los planes de inversión internos que está instrumentando para evitar una mayor desaceleración de su economía ante el freno que sus exportaciones vivirán: una recesión en Europa y una desaceleración en Estados Unidos también golpearían al gigante asiático.
A lo descrito se debe agregar lo que ya se observa en la economía estadounidense: caída en la venta de casas nuevas y en los inicios de construcción que conviven con una moderación del gasto en construcción y un aumento en el costo de las hipotecas. El ciclo de las manufacturas también va a la baja.
Lo último se exacerbará por la acción de la política monetaria: casi todos los bancos centrales del mundo comparten la óptica de la Reserva Federal de Estados Unidos en el sentido de que es necesario aumentar las tasas para controlar la inflación. Una de las excepciones es China.
El resultado esperado será una mayor restricción en la demanda agregada (consumo e inversión) que incrementará la desigualdad económica: el aumento en las tasas de interés no promueve la igualdad. México debe prepararse para ese futuro. El país parte de un crecimiento económico estructuralmente limitado: 1.6% en los primeros siete meses del año. Sin un programa para fortalecer su mercado interno puede claudicar ante el fuerte oleaje que se ha incubado en el exterior.