Templo de Muñoztla, un ejemplo de unidad vecinal
Cuando un pueblo se une todo es posible, dicen vecinos
Cada uno de los municipios y comunidades que conforman el estado de Tlaxcala tienen características propias que los hacen únicos. El templo de San Pedro Muñoztla, comunidad perteneciente al municipio de Chiautempan y ubicado en las faldas de la Malinche, se distingue por sus retablos que, a diferencia de otros, están elaborados con molduras. Es como si las imágenes contenidas en ellos tuvieran vida propia y pareciera que de un momento a otro saldrán de los muros.
Otra característica única de Muñoztla es la unión de su gente, pues gracias a ella en el poblado han llevado a cabo varias acciones en favor de la comunidad, entre ellas la construcción de su iglesia.
La mayoría de los pobladores del lugar se sienten identificados con alguna parte del templo, pues de alguna u otra manera han colaborado para su construcción.
Abel García Muñoz, quien fue agente de la comunidad y fiscal en 1996, contó que después de que las autoridades del pueblo determinaron el lugar para construir el recinto sagrado, toda la población empezó a aportar su granito de arena para la edificación.
En Muñoztla cuando construyen obras a favor de los pobladores salen bien, las autoridades son los “motorcitos” para el progreso de la comunidad.
Anteriormente, cuando la autoridad decía: “vamos a pavimentar la calle”, todos participábamos, comenta el exagente de comunidad.
“La iglesia se hizo de pura piedra; cuando era niño a la hora de recreo íbamos todos (los niños) a traer piedra a la barranca que baja para Tetlanohcan. Ahí la naturaleza amontonó la piedra y todos traíamos una piedrecita; en ese entonces el pueblo tenía unos 80 habitantes”.
Referente a este tema, Antonio Mendoza Romero dijo que todos los que han sido mayordomos y fiscales de Muñoztla determinaron dejar un recuerdo de su cargo. Por ejemplo, la mayordomía de Semana Santa, además de organizar la celebración de esta fecha dentro de la religión católica, también hizo una importante aportación para la elaboración de un retablo.
A pesar de estar lejos de su tierra, los numerosos migrantes que radican en Los Ángeles, California, también han contribuido y tienen un recuerdo de su aportación.
Con la construcción de este templo se demuestra la fortaleza de una comunidad que se organiza para salir adelante y posee una gran capacidad para realizar proyectos que benefician a la población, refirió Mendoza Romero.
LA HISTORIA
La comunidad de Muñoztla que significa `Lugar de los Muñoz” se fundó en 1949, cuando los pobladores de uno de los dos barrios que formaban Tlalcuapan decidieron separarse y formar su propia comunidad.
En un principio los actos religiosos eran celebrados en el paraje denominado Era. Para el 26 de marzo de 1951 los pobladores y las autoridades, habiéndose reunido previamente, decidieron que el templo del lugar fuera construido en los predios conocidos como San Diego y Ocotila. Para poder edificar del recinto sagrado algunas personas permutaron sus predios y otras más los donaron.
LA CONSTRUCCIÓN
Habiendo decidido el lugar de edificación del templo, fueron nombrados los integrantes de la comisión de materiales, quienes serían los encargados de obtener los recursos necesarios para la construcción del centro de culto.
También coordinarían la manera en que cada familia colaboraría en la construcción del templo, por ejemplo, agendando la fecha en que les tocaba ir por piedra a la barranca y picarla.
Así, con el esfuerzo y la voluntad de los jefes de familia, que en aquel entonces tuvieron a bien trabajar de manera responsa
Cada uno
La iglesia
El oro que se usó para el decorado de la iglesia de San Pedro Muñoztla es alemán de 23 tres cuartos de kilates.