Felicidades César Bono

OPINIÓN

HUGO HERNÁNDEZ

Cuando el 11 de octubre de 2001 se estrenó Defendiendo al cavernícola, lejos estaba César Bono de imaginarse la importancia capital que esta obra iba a tener en su vida profesional y personal.

Cuenta el mismo César que en aquel entonces tenía dos hijas y dos hijos; ahora, se han agregado dos nietas y dos nietos. En aquel lejano entonces César Bono gozaba de una salud envidiable, ahora es un ejemplo de fortaleza y amor por la vida luego de los graves problemas de salud que ha enfrentado.

Pero hace 21 años y hoy, César Bono es un ejemplo de vitalidad, responsabilidad, entrega, talento, entusiasmo… que cada función de las cerca de cuatro mil que ya acumula escenificando este monólogo son un contagio de entusiasmo y un ejemplo de VIDA para quienes acudimos a verla.

Escrito por Rob Becker, Defendiendo al cavernícola es el monólogo más exitoso en la historia del teatro mundial de las últimas décadas, y lo ha sido también en México, donde llegó de la mano de César Bono, quien ha hecho una enorme creación de esta historia que, como bien lo anticipa su título, es en primera instancia una argumentación a favor de los varones.

Sin embargo, eso es únicamente en un primer momento, porque a la larga se puede ver que la trama de Defendiendo al cavernícola abona a favor de la comunicación entre mujeres y hombres, impulsa la cercanía entre las parejas, las familias y la sociedad en su conjunto.

No por nada, según ha contado el mismo Bono, el escenario de los teatros en los que se ha presentado la obra, se ha convertido en terreno fértil para las reconciliaciones de pareja, para las peticiones de mano, para el reencuentro de padres e hijos… y muchas otras situaciones en las que los prejuicios han hecho estragos, pero que al ver la situación en la escena se le aprecia de una manera distinta y se mueven sentimientos.

Es que eso es el gran teatro: un espejo en el que el espectador se ve reflejado, en el que puede analizarse, con lo que se identifica y gracias al cual puede ajustar el rumbo de sus decisiones.

Son 21 años en los que César Bono ha hecho cientos y cientos y cientos, que ya se convirtieron en miles, de funciones; 21 años en los que ha recorrido decenas de teatros por todo el país; 21 años en los que ha tocado corazones y ha movido conciencias...

Todo esto gracias al respaldo de Morris Gilbert y de su empresa, MejorTeatro, que, cual hormigas, trabajan permanentemente para que el hombre de la calle, el homovidens del cual hablan los teóricos de la comunicación, salga de las pantallas y experimente la maravillosa experiencia "en vivo" del teatro.

Felicidades César, Morris, MejorTeatro, pero sobre todo al público, por acudir y permitir que suceda al milagro del teatro.

Defendiendo al cavernícola