Equivocaciones costosas
No es
ningún precedente alentador que, quien apenas ha cumplido su primer año como gobernadora de Tlaxcala, haya exhibido tan pronto su impericia política al chocar con los liderazgos de los sindicatos de empleados al servicio del Estado. Motivo adicional de descrédito es que hubiese acudido a artimañas que eran propias de su viejo partido.
Para salir victorioso de cualquier confrontación política o de otra índole ha de ponerse cuidado en: 1) no minimizar la capacidad de los adversarios y, 2) no sobredimensionar la propia. No se trata de rehuir luchas que no pueden ni deben eludirse, sino de saber escoger el mejor momento y la estrategia más adecuada para librarlas con mayor opción de ganarlas. Este preámbulo viene a cuento porque el diferendo que la gobernadora Lorena Cuéllar sostiene con dos de los sindicatos de más peso en la entidad el de los burócratas y el de salud ha tenido que batirse en retirada luego de que, en ambos casos, sus candidatos encajaron sendas derrotas en los comicios internos de sus respectivas agrupaciones. De esos dos pulsos, y de otro inmediato anterior que con los mismos resultados mantuvo recientemente con los maestros, habrá ya colegido la mandataria que el poder de que está investida no es suficiente para imponer sus deseos si estos no van precedidos de un diagnóstico inteligente y de un intenso trabajo de persuasión.
A TIEMPO DE RECTIFICAR
La tensa situación entre sindicatos y gobierno puede empantanarse si Lorena Cuéllar insiste en no admitir el triunfo de las facciones triunfantes y en acudir a recursos desacreditados y en desuso, propios del viejo sistema al que ella en algún tiempo perteneció, como negar la “toma de nota” que sanciona la legalidad de los procesos electivos… pero que expide una autoridad laboral subordinada al Ejecutivo. La razón de esos traspiés de la mandataria quizá deba buscarse en el envanecimiento que en su persona ha provocado la adulación de sus cercanos y los elogios de quienes cobran por enaltecer sus virtudes. El riesgo que este fenómeno conlleva es la pérdida de contacto con la realidad cuando, como es el caso, se tienen responsabilidades de gobierno. Para evitarlo bastaría con poner oídos sordos a las lisonjas y, al mismo tiempo, hacerse de la asesoría de quienes ya han atravesado por experiencias similares.
¿VIEJOS MÉTODOS EN LA NUEVA HISTORIA?
Sabido es que los principios de solidaridad de clase que inspiraron en su origen a los sindicatos mexicanos fueron traicionados por el nefasto charrismo del que los gobiernos priístas se sirvieron para mantener bajo su control político a las masas trabajadoras del país. Mucho, es cierto, ha de hacerse para erradicar a los liderazgos que son corruptos y que ven sólo por su interés y no por el de sus representados; en esto, aclaro y subrayo, coincido plenamente con la gobernadora Lorena Cuéllar y con el presidente López Obrador. Hay que hacerlo, pero no como venganza por razones mezquinas como el haber jugado electoralmente en su contra, sino para asegurar que la voluntad del trabajador sea respetada, y procediendo con cautela, conocimiento del suelo que se pisa y nunca antes de contar con los relevos adecuados. Para dignificar y democratizar la vida sindical, la mandataria que pretende escribir una nueva historia hallará ciudadanos de buena fe que la apoyarán en su empeño pero, si por lo contrario, su intención es repetir la vieja historia que aprendió de joven en el Revolucionario Institucional… a este escribidor lo hallará en la acera de enfrente.
ANTENA NACIONAL
DE LA VULNERABILIDAD ÉTICA DE LOS OPOSITORES AL GOBIERNO
Con la típica visión cortoplacista con que nuestros políticos observan la realidad, el asunto central que se dirimía la pasada semana en el Senado de la República no era que se extendiera o no el periodo en el cual las fuerzas armadas seguirían sirviendo es un decir en labores de seguridad pública. No, amigo lector, la verdad es que estaban mucho más interesados en saber si la diezmada alianza antilopezobradorista sobreviviría a las presiones intimidatorias del secretario de Gobernación y a la capacidad operativa del coordinador de la bancada morenista. La pregunta era… ¿resistiría el asedio del gobierno el minúsculo resto senatorial perredista y el no mucho mayor priísta? La respuesta se conoció luego de un debate parlamentario de ínfima calidad: con algunos agregados a la original, insustanciales e inverificables, la reforma salvó el escollo del Senado, volvió a la Cámara de Diputados para ser ratificada y está por emprender su marcha triunfal por los congresos de los estados. Otro tanto más a favor del ciudadano presidente.
SE ALLANA EL CAMINO QUE LA 4T TIENE POR DELANTE
En los términos en los que originalmente fue concebida, la coalición “Va por México” en su modalidad electoral dejó de existir. Esta ahora por verse si el “muro” legislativo que habría de impedir la aprobación de proyectos que precisan de mayoría calificada también cae bajo la piqueta morenista. Si fenece, la Reforma PolíticoElectoral cuyo esbozo nos fue adelantado, “remodelará” el Poder Legislativo y “exterminará” al órgano electoral, sustituyéndolo por otro creado conforme a la hegemonizadora visión del López Obrador. Y los partidos que pretendieron formar la fallida alianza irán cada uno por su lado a la elección del 2024, en calidad de víctimas propiciatorias; del ritual sacrificial sólo se salvarán Acción Nacional y Movimiento Ciudadano; los demás están condenados a la irrelevancia. Preparémonos pues para convivir un segundo sexenio con la 4T, ahora en versión Claudia Sheinbaum. Tiempo habrá para comprobar si las obras y los planes de cambio propuestos fracasan, se estancan o fructifican. México, amigo lector, está de por medio.