Resucitan muertos economía de vivos
Dice el refrán que “el muerto al pozo y el vivo al gozo” cuando el descanso eterno de los difuntos dio vida a la economía de los vivos.
No solo en los cementerios cobraron vida este primero y dos de noviembre, también lo hicieron florerías con el tradicional cempasúchil.
También las fruterías para la ofrenda en el altar de muertos, que con los precios que ofrecieron, más de alguno se “infartó”.
La guayaba a 50 pesos el kilo, mandarina dos kilos por 35 pesos, naranja dos kilos por 30 pesos, manzana a 35 pesos el kilo, zapote a 25 pesos el kilo, plátano 15 pesos kilo… eso sí, el gasto valió la pena para consentir a los seres queridos que ya no están en el mundo terrenal.
Hasta las vinaterías con la bebida que más le gustaba al difunto, pero que el vivo se pone más vivo para consumirlas en honor a la memoria del muerto.
Ni qué decir de las dulcerías, que lucieron abarrotadas para surtir de golosinas para las tradicionales pedidas de “calaveritas”.
BUENA, VENTA DE DISFRACES
Asimismo, las tiendas de disfraces o papelerías que expenden maquillaje y “sangre” artificial o colmillos para un atuendo aterrador.
Pero no solo los productos de temporada reactivaron la economía de los vivos, también lo hicieron los puestos de comida, con infinidad de garnachas que pusieron en venta en los alrededores de los camposantos.
Las sátiras se escucharon por doquier, como el vendedor que invita a la gente a disfrutar de los tacos de bistec y longaniza, acompañados con papas y rajas: “Pásele, pásele, coma hoy y muérase mañana… pero con la panza bien llena”.
Estas fechas son de alegría, de vitalidad y disfrute, pero sobre todo de recordar las anécdotas que dejaron los difuntos.
Esta vez, las lágrimas fueron de felicidad, no hubo lamentos, todos gastaron y la mayoría del recurso se quedará en cada municipio, para dar un respiro a los vivos, gracias a los muertos.
Al final, pocas tumbas se quedaron sin enflorar, la mayoría luce rebosante de flores que en pocos días marchitarán y esperarán un año más para nuevamente ser “pintadas” de colores.
VENDEDOR
Pásele, pásele, coma hoy y muérase mañana… pero con la panza bien llena”