El INE no se toca
Quiero iniciar
este ejercicio de libre expresión, compartiendo con usted que nunca antes estuve tan de acuerdo con el hoy Presidente de la República, en la cita textual que comparto a continuación:
“El logro más importante para lograr la democracia es la autonomía del Consejo del IFE, la forma como se llegó a tener consejeros independientes, porque el gobierno no pudo tener el control de la institución, no sólo dejó el IFE de depender de Gobernación, sino que el órgano de dirección se conformó tomando en cuenta la opinión de los partidos de oposición”. ¿A qué responde entonces el cambio de opinión con su reforma electoral?.
La reforma electoral del Instituto Nacional Electoral que impulsa el Presidente a través de Morena no es más que un intento de apoderarse de la institución que garantiza y da certeza del resultado de las elecciones, para tener el control absoluto del país.
No es la primera vez que este gobierno echa por la borda años de lucha social para apropiarse de los órganos autónomos. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos es hoy una institución que ha perdido su autonomía, tras la imposición ilegítima de una Presidenta cuya trayectoria política la hacía inelegible.
En este contexto, y en el marco de una elección fraudulenta ante los ojos de todo México, Morena impuso a quien hoy despacha como titular de este ente, que se ha convertido en la portería de Palacio Nacional, deteniendo a su paso cualquier queja que dañe la imagen presidencial y subordinándose a las órdenes del Poder Ejecutivo, como dan cuenta diversas notas periodísticas.
Lo que pretende Andrés es tener el absoluto control del INE, para poder colocar a su antojo a gobernadores, alcaldes, diputados, senadores y al propio sucesor presidencial para el 2024.
En pocas palabras, la pretensión de este gobierno con la reforma electoral es quitarle a los ciudadanos el derecho de decidir libremente a quién quieren que los
La pretensión de este gobierno con la reforma electoral es quitarle a los ciudadanos el derecho de decidir libremente a quién quieren que los represente, para que esa determinación quede para uso exclusivo del poder presidencial en turno...
represente, para que esa determinación quede para uso exclusivo del poder presidencial en turno, al tener el papel de jugador y árbitro electoral a la vez.
Para los mexicanos más jóvenes este escenario se antoja imposible, porque no fueron testigos de aquel poder aplastante que se enraizó durante setenta años, eliminando cualquier posibilidad de tener competencias equitativas por los cargos de elección popular.
No me extraña que sea el anhelo de un hombre que militó y fue parte de esa esfera de poder radical del régimen, pero sí me extraña de aquellas y aquellos legisladores que fueron electos por los ciudadanos, y que han olvidado que la única voz que tenemos obligación de escuchar es la de los mexicanos.
Por eso desde aquí quiero invitarles a que nos unamos a la marcha por la democracia el próximo 13 de noviembre en la Ciudad de México y otras entidades del país, para que de manera contundente digamos que el INE no se toca.
No perdamos de vista que la apatía es la mejor aliada del autoritarismo, y la movilización y participación social el antídoto que históricamente ha permitido ganar derechos para los mexicanos.
No perdamos las libertades ganadas, porque recuperarlas podría ser un logro de las generaciones que apenas están por nacer.
Agradezco el favor de su lectura.