Día Nacional de las Personas Sordas El 28
de noviembre se conmemora el Día Nacional de las Personas Sordas, con la finalidad de que las personas sordas visibilicen su realidad ante el mundo, donde expresan sus demandas en cuestión de derechos y en el cual se ponga de relieve la riqueza de la cultura sorda.
Se trata de un día de carácter reivindicativo donde las comunidades sordas, las personas sordas visibilizan su realidad ante el mundo, donde expresan sus demandas en cuestión de derechos y en el cual se pone de relieve la riqueza de la cultura sorda y de la lengua de signos.
Esta fecha busca sensibilizar y concienciar sobre las necesidades particulares de los sordos y la importancia de crear programas que permitan su inclusión dentro de todos los ámbitos de la sociedad, uno de los objetivos es impulsar la detección temprana de trastornos auditivos, específicamente de la hipoacusia infantil, que se trata de una deformación de los conductos auditivos debido a su falta de desarrollo en el infante, si se diagnostica dentro de los primeros tres meses de vida, se puede realizar una intervención quirúrgica que permitirá al niño poder oír normalmente el resto de su vida.
Factores genéticos que provocan pérdida de audición hereditaria y no hereditaria pueden ser las infecciones intrauterinas: como la rubéola y la infección por citomegalovirus, periodo perinatal, asfixia perinatal (falta de oxígeno en el momento del parto), hiperbilirrubinemia (ictericia grave en el periodo neonatal), bajo peso al nacer y otras morbilidades perinatales y su tratamiento.
La pérdida de audición discapacitante se refiere a una pérdida superior a 35 decibeles en el oído que oye mejor, casi el 80% de las personas con este problema viven en países de ingresos bajos y medianos, la prevalencia de la pérdida de audición aumenta con la edad: entre los mayores de 60 años, más del 25% padece una pérdida de audición discapacitante.
Como dato interesante sobre la sordera en el mundo es que existen aproximadamente 466 millones de personas en todo el mundo que tiene algún tipo de problema auditivo, el 60% de todos los casos de sordera que existen en la actualidad se podían haber prevenido si se hubiesen diagnosticado a tiempo.
En México, aproximadamente 2.3 millones de personas padecen discapacidad auditiva, más de 84 mil son menores de 14 años de edad, por lo que tres de cada mil nacidos presentan algún tipo de sordera de distinto grado.
Incluso, el 50% de los jóvenes entre los 12 y 35 años de edad, están en riesgo de desarrollar algún tipo de pérdida de audición, debido a estar sobreexpuestos continuamente al ruido en diferentes contextos, se estima que para el año 2050, 1 de cada 10 personas tendrá algún tipo de discapacidad auditiva.
Si bien, la mayoría de los trastornos auditivos en los bebés se suelen asociar con razones genéticas, complicaciones durante el desarrollo del feto o incluso problemas durante el parto, también lo es que existen riesgos de generar un trastorno auditivo en niños completamente sanos, por ello, es importante atender el oído del bebé superficialmente y jamás introducir un bastoncillo en su canal auditivo; no colocarle auriculares para que escuchen música o vean algún programa en la televisión en el PC y controlar que el volumen sea moderado.
Es fundamental prevenir la pérdida de audición a lo largo del curso de la vida, desde periodos prenatales y perinatales hasta edades avanzadas, en los niños, casi el 60 % de la pérdida de audición se debe a causas evitables que pueden prevenirse aplicando medidas de salud pública, de hecho, las causas más comunes de pérdida de audición en los adultos, como la exposición a sonidos fuertes y medicamentos ototóxicos, son evitables.
Para reducir la pérdida de audición en diferentes etapas del curso de la vida se deben aplicar estrategias eficaces como: la vacunación; unas buenas prácticas de atención materna y de puericultura, el asesoramiento genético, la detección y el tratamiento de afecciones
Es fundamental prevenir la pérdida de audición a lo largo del curso de la vida, desde periodos prenatales y perinatales hasta edades avanzadas
comunes del oído, programas de protección de la audición en el ámbito laboral, ante la exposición a ruidos y productos químicos, estrategias de escucha segura para reducir la exposición a sonidos fuertes en entornos de ocio, y el uso racional de medicamentos ototóxicos para prevenir la pérdida de audición.
Hoy se requiere la construcción de una sociedad en la que prevalezcan la igualdad de oportunidades y la no discriminación, en la que los derechos ciudadanos predominen sobre el desconocimiento, la falta de voluntad o los prejuicios sobre las personas sordas, lo más trascendental es el acceso al empleo digno en el que se les trate como iguales y, no escatimar en recursos para la adquisición y mantenimiento de ayudas técnicas y prótesis auditivas.