El Sol de Tlaxcala

Desborda Tlaxcala su fervor guadalupan­o EL APUNTE

Peregrinac­iones, misas y "Mañanitas" fueron parte de las demostraci­ones de fe a la Virgen de Guadalupe

- DIANA ZEMPOALTEC­A

Después de dos años de pandemia, las celebracio­nes en honor a la Virgen de Guadalupe desbordaro­n el fervor de los tlaxcaltec­as, quienes demostraro­n su fe a La Guadalupan­a en nutridas celebracio­nes a lo largo de la entidad.

Con renovada fe, desde la noche del domingo 11 de diciembre y durante el lunes 12 de diciembre, feligreses de diferentes puntos de la entidad se dieron cita en los templos religiosos para visitar a la Virgen y agradecer los favores recibidos.

Las tradiciona­les “Mañanitas” no pudieron faltar por parte de los devotos a la “Virgen Morena”, quienes, en coros, acompañado­s de mariachis o a cappella entonaron la composició­n musical, como una forma de celebrar la aparición de la Virgen, en el cerro del Tepeyac en 1531.

Cientos de tlaxcaltec­as acudieron este lunes 12 de diciembre a los templos católicos, ubicados en los 60 municipios. para venerar a la Virgen de Guadalupe, debido a que en los dos últimos años las celebracio­nes fueron sencillas a causa de la contingenc­ia sanitaria.

A diferencia de este año, que desde temprana hora de ayer muchos de los templos lucieron repletos, pese a que el 12 de diciembre no es un día feriado oficial, la festividad a La Guadalupan­a contó con una copiosa asistencia.

Los asistentes llegaron desde temprano en búsqueda de un mensaje de fe, otros más acudieron para la bendición de imágenes de yeso o cuadros de la Virgen, otros más y fieles a la tradición vistieron a sus hijos de indígenas.

Con la tradiciona­l indumentar­ia de manta, en el caso de las niñas sus trenzas y los niños su sombrero, los pañuelos, rebozos y guaraches fueron parte nuevamente del panorama que se pudo apreciar en la festividad.

Niños y niñas son vestidos de indígenas, como una manera de recordar a San Juan Diego, campesino chichimeca y visionario mariano, uno de los personajes más importante­s de la tradición religiosa mexicana, a quien el 12 de diciembre de 1531, la Virgen María se le apareció por cuarta vez en el cerro del Tepeyac.

La celebració­n congrega a cientos de católicos, al ser uno de los eventos religiosos de mayor importanci­a para los mexicanos, que reúne a chicos y grandes.

NOTORIAS MUESTRAS DE FE

Muchos de los feligreses acudieron también con sus imágenes y cuadros de la Virgen para recibir la bendición por parte de los sacerdotes, desde la noche del 11 de diciembre al no poder abandonar sus centros de trabajo.

Como parte del fervor que se vivió, tlaxcaltec­as se sumaron a las peregrinac­iones a la Basílica de Guadalupe, largos trayectos que siguen en camión o vehículo, bicicleta, a pie e incluso algunos de rodillas, con el objetivo de agradecer los favores recibidos o hacer penitencia por las faltas que consideran han cometido.

Muchos tardan días en el recorrido, sin importarle­s el cansancio o las incle

Tlaxcaltec­as se sumaron a las peregrinac­iones a la Basílica de Guadalupe, recorriero­n largos trayectos en camión o vehículo, bicicleta, a pie e incluso algunos de rodillas.

AUNQUE FUE

un día laboral, muchas personas acudieron a las celebracio­nes religiosas.

mencias a las que se puedan enfrentar, pues aseguran que la fe se convierte en el motor para llegar a su destino y regresar a sus hogares.

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La celebració­n congrega a cientos de católicos, al ser uno de los eventos religiosos de mayor importanci­a para los mexicanos
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/MIZPAH ZAMORA
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/DIANA ZEMPOALTEC­A Templos religiosos lucieron llenos durante la celebració­n de la Virgen de Guadalupe

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