América del Norte en el corto plazo La cumbre
de líderes de América del Norte, celebrada en México, parece haber sido un momento clave en la historia reciente de las relaciones trilaterales de México, Estados Unidos y Canadá. Más allá de lo simbólico y protocolario de los encuentros entre los tres gobernantes, en los que se notó parsimonia, buen agrado y entendimiento, la Cumbre demuestra la profunda relación de necesidad entre los países para lograr crecimiento y desarrollo en la región.
En el corto plazo América del Norte tendrá que avanzar como bloque, sobre todo por los retos transnacionales que se enfrentan en algunos sectores y políticas multilaterales como la seguridad, la migración irregular o el cambio climático. Estos tópicos –aunque problemáticas arrastradas desde hace mucho tiempo– han abierto nuevos frentes que resolver. Además, los cambios políticos en EUA ofrecieron nuevas posibilidades de diálogo y trabajo conjunto que con el gobernante anterior trumpista eran impensables. Lo cierto es que las negociaciones –aunque abiertas– siempre se dan en condiciones de desigualdad, por tanto, es relevante destacar el trabajo que, realizado desde la Secretaría de Relaciones Exteriores, por mencionar a la institución coordinadora en la materia, aunque también participan otras como la propia Secretaría de Economía.
Algunos de los tópicos en los que la Cumbre y las conversaciones previas hallaron obstáculos y ciertas controversias son los relacionados con la migración y movilidad laboral. Las posiciones de México y las de EUA son encontradas. Ahí los acuerdos son más complicados, sobre todo porque para lograr ciertos beneficios en el trato de los connacionales que laboran en el país vecino, el gobierno mexicano ha tenido que apoyar la política migratoria restrictiva de los estadounidenses. A pesar de que adoptar esa postura suponga que deba incrementar sus tareas de control de la frontera norte y de gestión y tratamiento de las personas provenientes de otros paí
Algunos de los tópicos en los que la Cumbre y las conversaciones previas hallaron obstáculos y ciertas controversias son los relacionados con la migración y movilidad laboral.
ses (por ejemplo, Centroamérica) que esperan respuesta sobre su situación migratoria desde territorio mexicano.
En lo económico, la Cumbre reafirma lo que a través del TMEC se ha gestado: una integración regional seria que permita el libre comercio y aumente las posibilidades de inversión. Sin embargo, el encuentro abrió la puerta al aumento exponencial de la producción en la región, sobre todo ante un reacomodo geopolítico global en el que el liderazgo monopólico de EUA enfrenta un mayor número de riesgos y amenazas. En este sentido, México como socio estratégico y vecino tiene un rol sobresaliente. Es –al menos probable– que muchas de las inversiones requeridas para aumentar la producción de diversas manufacturas pueda realizarse en el país. En el pasado esa misma oportunidad se presentó para nuestro país y pasó desapercibida o no se estimó suficientemente la magnitud de los beneficios que significaban mejorar los términos de intercambio y de relación productiva y comercial con EUA. Ahora mismo y en el corto plazo, tanto el sector productivo nacional, el empresariado y el gobierno mexicano, deberán apostar oportunidad.
En adición a estos temas de la más alta trascendencia para el futuro de México y la región de Norteamérica, la Cumbre también visibilizó elementos notables para el análisis político como el estilo disruptivo de Andrés Manuel López Obrador para hacer diplomacia que es –al menos– llamativa y disonante de las formalidades y convenciones observadas en el pasado. Eso –aunque un asunto menor– es clave para entender el por qué la política exterior ha sido uno de los pocos asuntos que han encontrado verdadera delegación en el canciller Marcelo Ebrard.
En conclusión, la Cumbre de Líderes de Norteamérica le deja a México muchos temas para la discusión y asuntos donde poner la vista para entender los retos y oportunidades para el crecimiento económico, el desarrollo y la seguridad regional. El tiempo corre y las acciones con base en los acuerdos signados, no deben esperar más. fuerte por esta