¿Quieren que les cuente un cuento?
Terrifier 2.
La blockburestización de la serie B, es decir el acceso a la reverencia de culto ipso facto y la ganancia más que respetable en taquilla (poco más de 12 millones de dólares en un filme de bajo presupuesto que de hecho recurrió al financiamiento colectivo), el lanzamiento público de un nuevo enfant terrible de la industria, el cineasta Damien Leone y la lubricación sanguinolenta del personaje arquetipo es Terrifier 2 o como le pusieron en México, El payaso siniestro.
Y diche uno: Estamos ante un filme que a través de su marginación explota por un lado el mito del cine fuera del mainstream pero aprovecha el canon y arquetipos establecidos por éste dentro del género del horror hard y el slasher, no sólo eso, los vuelve superlativos, aprovecha la libertad de no estar bajo el yugo de los grandes estudios y su moralina patética.
En Terrifier 2 no vemos la insulsa cuota de géneros en los personajes, y sí escenas explícitas sanguinolentas que la ubican en una suerte de gore duro, muy en el tono de la serie B al estilo VHS de cine club de segunda que formó a buena cantidad de cineastas.
Y diche dos: Vemos con Damien Leone, la llegada de un cineasta al ojo público, aunque joven y con algunos años de carrera, de nueva generación de consumidores de cine alimentados en el culto a referencia como uno de los leiv motiv.
Y diche tres: El arquetipo a modo superlativo del personaje canon del género híper sangriento, Art The Clown (un macabro e impecable David Howard Thornton), que demuestra su vocación e intención de culto desde sus orígenes.
Y diche cuatro: la disposición del público para adentrarse en algo más que la gazmoñería de la industria y reaccionar con risas macabras en las escenas más hard del salsher y el gore. El filme por momentos es brutal.
Terrifier 2 con todo y su audacia es aire fresco o mejor dicho, el borbotón de sangre que el cine necesita para salirse de la ahogante moralina de la industria. Es complaciente con los referentes de los que se sostiene pero los lleva a grado extremo.
Art The Clown, es un payaso… pues sí, siniestro, que mata con sadismo y risas tal vez nerviosas del público, a cuanta persona se le pone enfrente. Con particular alegría a chavas adolescentes, muy del género. En el ajo, está una familia formada por Bárbara
(Sara Voight), viuda y agobiada por criar a sus dos hijos adolescentes: Jonathan (Elliot Fullam), un morro de 13 años obsesionado con los asesinatos de Art, que se vieron en la primera parte y Sienna (Lauren LaVers), quien prepara un disfraz de una chica con alas para Halloween y que se convierte de hecho en la protagonista del relato.
Pero lo que más importa es el regodeo mefístico del canon genérico. En ese sentido destaca una ochentización estética y de ritmo que es uno de los ejes también, centrales.
La película, es de nueva cuenta el triunfo de la cultura cinematográfica en su gag, sobre todo externo y con todo y que no es para cualquier conciencia, resulta imperdible.
@lamoviola