Gerencia Pública
Hoy en día se habla mucho de la evaluación que se está haciendo a los titulares de las dependencias del ejecutivo, por lo que es preciso comentar sobre la Gerencia Pública, la cual es una alternativa al paradigma burocrático sobre la incorporación de gestión privados a las instituciones públicas, con la divulgación de las ventajas de los comportamientos gerenciales y la estructuración de nuevos esquemas de relaciones públicas.
La Gerencia Pública es un término que con frecuencia se confunde con administración pública o gestión pública, no obstante, es preciso aclarar que hace referencia al grupo de empleos de naturaleza gerencial que conllevan ejercicio de responsabilidad directiva en la administración pública de la rama ejecutiva, cuyo ejercicio y resultados debe ser posible medir y evaluar las principales funciones y características de la Gerencia Pública y el rol crucial que se cumple al interior en la ejecución y el cumplimiento de las políticas públicas.
La Gerencia Pública está constituida por aquellos titulares que están al frente de las instituciones públicas, los cuales tienen como objetivo formular y adaptar políticas programas y proyectos del sector administrativo con el fin de alcanzar las metas, la misión y visión proyectadas, esto resulta en la generación de mejores productos y servicios que desembocan en la satisfacción de las necesidades de las personas y de interés de la institución, para entenderlo mejor si un funcionario público está encargado en la educación el objetivo de su gerencia será planear a través de políticas públicas, programas y proyectos, mapas de ruta y acciones estratégicas que se adapten al sector educativo y que le permitan a este contribuir al cumplimiento del plan estratégico de educación.
Si bien, la Gerencia Pública está constituida por los titulares de las dependencias o instituciones públicas, sería ingenuo no considerar que el éxito de su gestión recae también sobre todos los otros niveles, más aún cuando se les exige a esos otros niveles que su ejercicio y sus resultados sean medibles, es decir que, a
través de diferentes instrumentos internos o externos, pueda evidenciarse el trabajo realizado, el cumplimiento de la normativa y por ende de los objetivos.
Es importante señalar que el objetivo principal de la Gerencia Pública es dictar y aplicar disposiciones que den cumplimiento a las leyes y a los fines de la función pública, en esa medida, la Gerencia Pública tiene unas particularidades que la diferencian de la gerencia en el sector privado, esto porque además de responder en su gestión a criterios económicos, responde también a criterios políticos y legales, por lo que, es importante conocer cuáles son las particularidades de la gerencia en una institución pública, ya que esto permitirá una gestión transparente, alineada con los objetivos, los fines del Estado y que contribuya a la optimización de los recursos públicos y al acceso de la ciudadanía a los servicios públicos.
Entre algunas características propias de la Gerencia Pública se encuentra que está bajo la dirección del Estado, específicamente del Poder Ejecutivo, así la planeación estratégica definida para las distintas entidades públicas debe considerar estas directrices del Poder Ejecutivo como parte de su misión y su visión; la Gerencia Pública puede ser centralizada (gobierno), descentralizada o paraestatal (organismos descentralizados y autónomos, empresas de participación estatal y fideicomiso público). Esto significa que las organizaciones públicas y privadas pueden trabajar en conjunto para cumplir con los objetivos establecidos por el Estado; responde a la ley y, por lo tanto, tiene responsabilidades con la sociedad, su actividad está orientada a la aplicación y la garantía del acceso de la sociedad a los servicios públicos; cualquier beneficio generado por la Gerencia Pública debe ser empleado en la inversión social porque todos sus recursos son públicos, asimismo, debe rendir cuentas ante la sociedad de la gestión y garantizar la transparencia y; como su nombre lo indica la gerencia debe responder a los intereses públicos y nunca a intereses particulares o privados, por lo general se busca garantizar que así sea a través del derecho público.
Además, las características principales sobre los que recae la responsabilidad de los resultados en la gestión, las podemos resumir en que deben pertenecer al nivel directivo de las entidades públicas, su nombramiento se da por libre nombramiento y remoción y, conllevan el ejercicio de la responsabilidad directiva, recayendo en este tipo de empleos la responsabilidad de los resultados en la gestión, donde sus funciones deben medirse y evaluarse, por lo que la Gerencia Pública es probablemente, la columna vertebral de la administración; una planeación estratégica que entienda las funciones del sector público y las características que debe tener la gestión para cumplir con dichas funciones, es la fórmula que permite a la Gerencia Pública alcanzar sus objetivos y, por lo tanto, contribuir a los fines del Estado, alineando a los miembros con métricas claras y visibles, que permita retroalimentar de forma constante para lograr que se optimice el cumplimiento, con una alta probabilidad de cumplir a cabalidad con su misión y su visión, es por esto que, si la gerencia pública no asume sus funciones como ente dinamizador, puede generarse un incumplimiento de los objetivos, en perdida de información tras un cambio de administración y, por lo tanto, que se cometan los mismos errores una y otra vez, por ello, debe contar con un registro claro, transmisible, estandarizado y con propósito de la información, donde las personas puedan hacer seguimiento a los indicadores que miden el desarrollo y el desempeño de sus labores y así estén en la capacidad de tomar acciones oportunas para corregir y mejorar su desempeño, contribuyendo a la trasparencia en la medida en que no sólo almacena la información, sino que garantiza su protección y su acceso.
Todo ello, por supuesto, es en vano cuando la Gerencia Pública no ha trazado claramente una planeación estratégica con unos objetivos claros y acciones definidas que permitan alcanzarlos, teniendo siempre una inclinación por la eficiencia en la gestión de los recursos públicos.