Mujeres comunes narran sus historias
En Julieta tiene la culpa Bárbara Colio muestra personajes aparentemente simples
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Defendiendo
La historia de la dramaturgia ha estado poblada de mujeres fuertes, apasionadas y entregadas a su locura y propias convicciones. Pero en la mayoría de ellas el común denominador de su destino es la muerte, el olvido o simplemente ser el instrumento del deseo o la perdición, todo eso escrito por manos masculinas. Julieta, por ejemplo, en la tragedia Shakesperiana era la salvación de Romeo, pero… ¿quién era la salvación de ella?
Sobre esta cuestión disertan las tres protagonistas de la obra Julieta tiene la culpa, que este fin de semana comenzó su última temporada en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz, y se presentará de jueves a domingo, hasta el 26 de febrero.
La obra, escrita por la dramaturga y directora Bárbara Colio, transporta a los espectadores al vestíbulo de un famoso teatro donde tres mujeres desconocidas tuvieron la mala fortuna de no poder presenciar la puesta en escena de una de las más aclamadas versiones de Romeo y Julieta, y donde están condenadas a pasar la noche por la terrible lluvia.
Así, entre tragos de whiskey, las tres hablarán de sus propios problemas tan comunes, “que nadie escribiría una obra de ellas”. Una es una maestra de Literatura inglesa que ha caído en el alcoholismo y el olvido tras la muerte de su marido; otra una ama de casa, soberbia y ciega en el mundo de las apariencias y por último la joven Nina, quien dejó su pueblo para convertirse en la mejor de todas las actrices de la historia, sueño que ha sido alimentado por su amante escritor.
Y si bien la obra refiere a los problemas particulares de cada uno de estos personajes, inspirados en obras de Henrik Ibsen, Anton Chéjov y personajes como Blanche Dubois, de Un tranvía llamado deseo, de Tennessee Williams, ésta se torna en una oportunidad para repensar el mundo del arte, la pasión y la búsqueda de la libertad, por lo que la autora considera que “va más allá del problema de omisión de la visión femenina, para hablar de la condición misma del ser humano”, dijo a El Sol de México.