Bardo: ¿falsa o pretenciosa? crónica de unas cuantas verdades
La crítica la encasilló en el límite de la pretensión; mientras que muchos espectadores, anhelantes de la idiosincrasia mexicana, no paran de defenderla bajo el discurso de que el arte “no necesita entenderse”.
En ese vaivén se inscribe Bardo, la más reciente obra del cineasta Alejandro González Iñárritu.
El embrollo se goza desde el título; “bardo”, en la cultura budista, es el nombre que se le da al proceso entre la muerte y la reencarnación.
En ese largo camino, la persona experimenta visiones y, evidentemente, emociones fuera de lo que conocemos como realidad. Desde ahí, la película ya tiene más sentido.
A medida que avanza la narración, nos encontramos en un mundo onírico; un espacio desbordado de colores, texturas, formas y tamaños desproporcionados; un lugar carente de significados objetivos, pero eso sí, con unas cuantas verdades.
En el filme, el actor Daniel Giménez Chacho da vida a Silverio Gama, un famoso documentalista mexicano con residencia estadounidense, quien está a punto de recibir un premio por un trabajo crítico y periodístico sobre su país de origen.
No obstante, el arte no es suficiente para librarlo de la figura del “traidor de su patria”. De ahí que la identidad sea el conducto por donde se cuenta su vida o, más bien, su muerte. Considerando en el trayecto un estudio histórico, político y psicológico del día a día en nuestra patria.
Ahora bien, este tipo de obras son el perfecto ejemplo de la autoreferencialidad.
Aquí González Iñárritu está construyendo una peculiar crónica de su vida con tintes ficcionales y surrealistas. Y es en este mismo sentido que, como espectador, es muy fácil perder el hilo conductor, pues explorar la mente de un artista no es un trabajo sencillo, pero sí irresistible.
No obstante, la riqueza de la obra radica justo en la calidad estética de este experimento audiovisual. Las metáforas, a medida que avanza la historia, van cobrando más sentido y entramos en la lógica de todo lo que alguna vez nos hemos cuestionado sobre el más allá de la vida.
Finalmente, uno de los grandes temas desmañados es la migración como fenómeno que, si bien tiene como bandera el privilegio, no maquilla ni minimiza las circunstancias de sentirse como un extraño incluso en la propia tierra.
En conclusión, esta obra es tan pretenciosa como arriesgada.
El atrevimiento de crearla solo se puede entender bien con el atrevimiento de sentirla.
La compañía de Títeres Xarop Teatre llega desde España para presentar su espectáculo “La Sastrecilla Valiente”, en el Museo Nacional del Títere (Munati) este domingo 5 de febrero. Esta es la primera ocasión en la que la compañía visita nuestro estado, y forma parte de la gira que la agrupación realiza por el país para compartir con el público mexicano su propuesta de arte titeril.
Xarop Teatre integrada por Carles Benlliure, Rubén Milian Fraga, Rebbeca Castro Pinzón y Maritza Cuervo Sánchezcuenta con 23 años de trayectoria en la que su objetivo ha sido el de generar contenidos para toda la familia, que promueven la reflexión a través de sus historias.
Su sede se encuentra en la provincia de Castellón pero ha recorrido gran parte de España. Asimismo, realiza coproducciones con agrupaciones de otros países, como Italia y Colombia.
En su visita a Tlaxcala presentará la obra “La Sastrecilla Valiente”, que da un giro al cuento de los Hermanos Grimm. Esta es una versión del director de la
Las funciones de Xarop Teatre serán a las 13:00 y 15:00 horas en el Museo Nacional del Títere que se encuentra en Parque Juárez, número 15, en Huamantla
La compañía agrupación, Carles Benlliure, quien decide que el personaje principal sea femenino, de tal forma que da visibilidad a los oficios de las mujeres que no han sido reconocidos a lo largo de la historia.
“Una Sastrecilla valiente acabó con siete de un solo golpe y decidió que el mundo tenía que conocer su proeza; así empezó a viajar viviendo miles de aventuras. Ella, con su inteligencia, superará todos los retos, consiguiendo la mejor de las recompensas, aunque no fuera la que todos pensaban”, nos comparte la compañía en la sinopsis de la obra de títeres.
Actualmente, Xarop Teatre cuenta con un repertorio de ocho espectáculos de teatro itinerante, teatro de objetos, teatro de actores, títeres y cuentos; todos ellos pensados para el público familiar.
La visita de esta agrupación española al Munati forma parte de la oferta de este museo dedicado a la preservación y difusión del arte de los títeres.