La participación de adolescentes
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Secretaría Ejecutiva ,del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) y el Instituto Nacional Electoral (INE), acordaron trabajar de manera colaborativa para incentivar el fortalecimiento de la formación cívica y los espacios de participación de niñas niños y adolescentes, para que puedan desarrollarse en ambientes inclusivos, escolares y comunitarios, para así garantizar el cumplimiento pleno de todos sus derechos.
La segunda década de vida en los seres humanos es un periodo de transformación: durante la adolescencia, que comprende entre los 10 y los 19 años, la niñez y adolescentes comienzan a interactuar con el mundo de una nueva manera; aprovechan oportunidades, adquieren habilidades y perciben emociones hasta entonces desconocidas, en este periodo de la vida se deja de centrar únicamente en la familia, se tiene el valor o la decisión suficiente para hacer algo que comporta riesgo o provoca temor o inseguridad, buscan formar poderosas conexiones con otras personas, buscan formas de destacar y de pertenecer a un grupo, de encontrar su lugar en la sociedad y generar cambios en su entorno. Actualmente, la generación de jóvenes es la más numerosa en la historia de la humanidad; sin embargo, gran parte de la juventud no está recibiendo todo aquello que necesita para ejercer plenamente sus derechos. La pobreza, la desigualdad de género y otras formas de discriminación se entremezclan con la inestabilidad económica de las naciones, el conflicto y los desplazamientos ponen en riesgo el bienestar del adolescente.
Investigaciones al respecto de lo anterior, han dado como resultado, que las políticas de los gobiernos suelen pasar por alto a los adolescentes, o lo que es peor considerarlos un problema o una amenaza. El rápido desarrollo físico y cognitivo que tiene lugar durante la adolescencia plantea una oportunidad única y fundamental, ya que el cerebro adolescente se desarrolla a una velocidad solo comparable a la primera infancia, lo cual lleva a que la niñez sea hipersensible a las influencias de su entorno. La hiperactividad del adolescente, por conocer nuevas experiencias, debe servirles de estímulo para innovar y alcanzar metas, durante estos años pueden considerarse roles de
género y son las niñas quienes sufren los peores efectos de la desigualdad de género.
Las posibilidades de los adolescentes dependen de la calidad de sus entornos, sus relaciones y sus experiencias. La atención y la ayuda que reciben, los servicios a que pueden acceder, las normas sociales que rigen sus comunidades y el grado en que pueden influir en las decisiones que les afectan son factores decisivos. La participación del adolescente es un proceso que debe guiarse desde la primera infancia, bajo el principio de la autonomía, es decir que ellas y ellos tienen la capacidad de tomar decisiones incrementar y asumir responsabilidades de forma gradual mientras van creciendo.
La participación del adolescente es importante porque contribuye a incrementar el respeto mutuo, la tolerancia, la aceptación a la diversidad, promueve la negociación y ayuda a prevenir conflictos, aumenta la capacidad del adolescente de formarse un juicio propio y expresarlo, de elegir entre varias opciones que se le presenten en la vida, deben sentir que forman parte de la sociedad, desarrollando su sentido de pertenencia, deben de crear su sentido de compromiso, responsabilidad y sentido crítico.
El Instituto Nacional Electoral con el objetivo de favorecer el trabajo sistemático con las y los adolescentes para el ejercicio de su derecho a la participación, ha diseñado el Taller de promoción para la participación de adolescentes, el cual tiene como sustento metodologías vivenciales y participativas a partir de fomentar la problematización y reflexión de ciertas situaciones cotidianas que viven las y los adolescentes para la construcción de propuestas de solución en donde el trabajo colaborativo es fundamental, el citado taller se imparte en escuelas secundarias en todo el país, como una actividad de Educación Cívica.