Viven calvario para poder dar sepultura a su padre
Miguel Cuamatzi falleció el pasado 11 de abril debido a una caída; piden a hijos prueba de ADN, pero aún no tienen los resultados
Después de 18 días de su muerte, que se cumplen hoy, Miguel Cuamatzi no ha podido descansar en paz, debido a los protocolos de identificación, que implican pruebas de ADN de sus hijos para poder entregar el cuerpo y darle cristiana sepultura.
Empero, el martirio que viven los deudos también se presentó en su propia comunidad de Guadalupe Tlachco, municipio de Santa Cruz Tlaxcala, que a decir de los quejosos, la autoridad de esa demarcación les negó un espacio en el panteón.
Y es que Miguel Cuamatzi, de 82 años de edad, el pasado primero de abril sufrió una caída desde su propia altura cuando se disponía a bañarse.
Desde ese día, la familia ingresó a su padre en el Hospital Regional de Tzompantepec “Emilio Sánchez Piedras”, perteneciente al modelo IMSSBienestar, ante la grave lesión que sufrió en la cabeza.
Después de 11 días de hospitalización, no resistió más y perdió la vida. Su último deseó fue descansar en paz en su tierra natal, pero aún no ha podido.
APELLIDOS DIFERENTES, EL PROBLEMA
Y es que el hombre fallecido solo fue registrado con el apellido de su madre María Acenciona Cuamatzi [sic].
Posteriormente, cuando se casó con Vicenta Maldonado Bautista, hoy fallecida, formaron una familia de cuatro hijos, tres mujeres y un hombre, y decidió registrar a sus descendientes con el apllido de su padre, que es Saldaña.
Así, la familia Saldaña Maldonado, cuyas raíces están en el pueblo indígena de Guadalupe Tlachco, ahora espera los resultados de ADN que la Procuraduría General de Justicia de Tlaxcala, a través del departamento de Atención Integral y Justicia Alternativa, solicitó para entregar el cuerpo.
De este modo, los familiares acudieron a realizarse el examen solicitado desde el pasado 12 de abril, y mediante un oficio, donde se solicita comisionar a un perito en la materia de dactiloscopia, señala que el dictamen deberá remitirse a la brevedad posible.
En primera instancia, Roberto Saldaña Maldonado, hijo de la persona fallecida, dijo a El Sol de Tlaxcala que fue informado que los resultados estarían en tres o cuatro días, después le indicaron que en 15, y posteriormente que se comunicara telefónicamente hoy 28 de abril, para saber si ya contaban con el estudio.
NIEGAN ESPACIO EN CEMENTERIO
A decir de la familia Saldaña Maldonado, el presidente de comunidad de Guadalupe Tlachco, Agustín Cocoletzi Conde, negó un espacio en el cementerio, debido a que el finado no contribuyó en vida con la comunidad que se rige, en algunos casos, por usos y costumbres
Ante ello, acudieron a interponer una denuncia a la Procuraduría de los Derechos Humanos el pasado 17 de abril, donde acordaron la visita de un comisionado a la comunidad, pero éste no llegó a la fecha y hora señalada, y justificó que lo enviaron a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Tlaxcala, región norte Apizaco, donde está el cadáver del señor Miguel Cuamatzi.
También, ese mismo día, acudieron a levantar un acta ante la jueza municipal, Noemí Moncayo Sánchez, donde testimoniaron que el presidente de comunidad solicitó un pago de 20 mil pesos para poder inhumar el cuerpo en el nuevo panteón.
“Pero de cuates”, señala el escrito, “me lo dejaba en 10 mil pesos”, dice la narración que dio Roberto Saldaña.
Asimismo, la familia del hombre difunto se presentó en la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción en el estado, pero sus argumentos no tuvieron eco y el organismo desechó la queja contra la autoridad comunal.
NIEGA PRESIDENTE DE COMUNIDAD ACUSACIONES
Por su parte, Agustín Cocoletzi Conde, presidente de la comunidad de Guadalupe Tlachco, negó que haya actuado con arbitrariedad al no brindar un espacio en el cementerio local para sepultar el cuerpo de Miguel Cuamatzi.
Y es que según la autoridad, desde el inicio de la administración comunal hubo un acuerdo entre los pobladores sobre la operación del nuevo camposanto.
Ahí, en el acuerdo firmado por al menos 200 personas, establece que “el uso del nuevo panteón será gratuito para las vecinas y vecinos que han participado en comités escolares, agua potable y clínica”.
Además, dice el acta de la asamblea, cuya copia posee este Diario, para “las vecinas y vecinos originarios de nuestro pueblo, pero que no radicaron aquí y no aportaron nada a la comunidad, el costo por usar el nuevo panteón será mínimo de 20 mil pesos”, recurso que se destina para la construcción y mantenimiento del camposanto.
Miguel Cuamatzi, el hombre fallecido, nació en la comunidad de Tlachco, radicó hasta los 47 años en ese lugar, pero por cuestiones laborales salió de su tierra natal a la Ciudad de México y regresó en el año 2018, donde, debido a su edad, era cuidado por sus hijos.
Esos años de ausencia impiden que pueda descansar en paz en el pueblo que lo vio nacer, aunque en su edad productiva, después de los 18 años, como lo señalan los usos y costumbres de Tlachco, haya participado con diferentes cargos a favor de su pueblo, afirmaron sus hijas e hijo.
Además, la credencial de elector del hoy fallecido notifica que su domicilio está en el barrio Xaltelulco, municipio de San Antonio Cuaxomulco, pero aun así, el presidente de comunidad otorgó una carta de identidad, donde señala que Miguel Cuamatzi es originario y vecino de Guadalupe Tlachco.
Del mismo modo, Agustín Cocoletzi informó que nunca exigió el pago a los deudos, pero también aceptó que no accedió a brindarles el espacio gratuito, debido a los acuerdos de la asamblea de pueblo, que este domingo tendrá una nueva reunión.
Actualmente, el nuevo panteón de Guadalupe Tlachco ha recibido a 30 cuerpos y tres natos (niños que mueren sin bautizar), y sigue en suspenso si ese lugar será la última morada del fallecido Miguel Cuamatzi.