¡Caminan de sur a norte…!
Ahora la población continental se mueve del sur al norte. Es un fenómeno de nuestro tiempo que continúa y se agrava. Porque el problema de fondo no se ataca. El norte imperial ha repletado sus arcas con las riquezas continentales. Han extraído y siguen extrayendo los recursos de la región, agrícolas, minerales, petroleros. Con esos capitales apuntalaron su expansión a todo el orbe. El capitalismo por su naturaleza, se apodera de las riquezas de los pueblos y deja las “cascaras” de la pobreza, la miseria, la violencia y el subdesarrollo.
Las multinacionales se llevan las fortunas, y obligan a que los gobiernos confronten el problema migratorio. Ahora, un río imparable de pobreza viene del sur al norte. Se detiene en la frontera y al menor descuido se cuela incontenible. Río de por medio, los Rangers y la Guardia Nacional de allá buscan contener y regresarlos. Pero la sola conclusión de un decreto suspensivo de aquel país, desató el desbordamiento.
Buscan para los suyos el sueño americano y ahora, ya no importa si hay río, barda, desierto, vigilancia o lo que sea, porque entran por donde pueden. Es la consecuencia de una práctica colonial de saqueo por décadas que depredó, empobreció a Centro y Sudamérica sin procurar su desarrollo.
Tsunami incontenible que amenaza con arrasarlo todo. El futuro llegó y ahora la gente empobrecida busca, aunque fuera las “migajas” del sueño americano. Quiere soluciones, pero topa con problemas. Se expone a vivir en la calle, afrontando los peligros del desierto, la deportación, discriminación, los instintos homicidas de los Rangers y la persecución; pero ni así los persuaden.
Atrás en sus países, las puertas se quedaron clausuradas. Allá no tiene ya un mañana. Confrontan un punto ciego entre el hoy y el porvenir. Pero siguen llegando. Se trata de un peregrinar sin principio ni fin. Hace años cuando JFK, los engañaron con la idea de una “alianza para el progreso”. Simulación y distractor que a nada los condujo. Ahora se confronta una realidad, que topa en la frontera, y si ahí encuentran un hoyo en la alambrada por ahí penetran cientos y miles y las armas, la cárcel o la deportación ya no les intimida.
Reclaman el bienestar para los suyos, ese que quizás nunca llegue, pero vale intentarlo y por eso, caminan en familia
El futuro
llegó y ahora la gente empobrecida busca, aunque fuera las “migajas” del sueño americano. Quiere soluciones, pero topa con problemas.
hasta con niños y eso antes no ocurría. Los coyotes y polleros hacen su agosto. Nunca esperaron amasar tanta fortuna como ahora y sus socios transfronterizos igual. Toda una industria subterránea se ha desarrollado con la migración. Y suponiendo que lograrán penetrar, lo peor vendría después, porque, de aquel lado les espera una economía en crisis, empleos escasos y mal pagados, el permanente asecho de la migra.
La pandemia a todos nos pegó por eso escasean las oportunidades. Vienen tiempos electorales y hay un señor poderoso de allá, que ya “fue” pero quiere de “nuevo” y por eso busca las simpatías de los estados sureños, prometiendo combatir la migración, criminalizando encarcelando. Ese es el panorama del fenómeno continental que de paso nos afecta. Porque cruzan por acá, exigen visas provisionales, transitan, reclaman oportunidades de salud y alimentaria, agravan los problemas que tenemos, y el vecino nos presiona, para que, si los deporta, sea México quien resuelva el problema.
El capitalismo como sistema continental está en crisis y los poderosos de allá, no lo quieren resolver. El hoy se mira problemático pero el mañana no parece mejor, y la solución de fondo no se está construyendo en ningún lado. Se está ocupado atendiendo una guerra lejana y por eso, no se pueden atender los problemas cercanos además de que, nunca ha habido voluntad para ello.