Termina en Contla jolgorio del carnaval
Se vivió con intensidad el último día oficial de la fiesta pagana y camadas invadieron las vialidades del municipio
COLABORACIÓN ESPECIAL
No hay plazo que no se cumpla ni fecha que no llegue y con la octava terminó en “la capital del carnaval” el último día oficial de la fiesta pagana que se vivió con toda su intensidad, en el municipio de Contla de Juan Cuamatzi.
Más de tres mil huehues invadieron ayer domingo las calles de la demarcación, en donde todos quisieron ser partícipes del ocaso de la máxima fiesta del municipio en este año 2024.
También los integrantes más chicos de las familias se sumaron a las camadas para sacar lo carnavalero por herencia.
Las 29 camadas de municipio estuvieron de andariegas en las 12 secciones, todo fue fiesta y baile, un domingo que el clima favoreció para disfrutar de la octava de carnaval.
Desde temprana hora comenzó la movilidad social, primero en los tradicionales desayunos que ofrecen los capitanes y luego salieron a las calles a sacar “brillo al piso”.
Así, la temporada más esperada del año concluyó, después de cerca de dos
Visitantes de diferentes partes de la República Mexicana, como Jalisco, Veracruz, Puebla e Hidalgo, llegaron a “la capital del carnaval de Tlaxcala” a presenciar las tradicionales comparsas.
meses de preparación con los ensayos que comenzaron en diciembre, le siguió la entrada de carnaval el domingo cuatro de febrero, para llegar al ansiado concurso de camadas en su edición 52 que se desarrolló del 10 al 12 de febrero.
Asimismo, un día antes del pasado
Miércoles de Ceniza, el remate de carnaval que arrancó con un desfile y que terminó con la “invasión” de huehues en la plaza principal, en un sonoro evento hasta más no poder.
Y ayer domingo 18 de febrero, la fiesta terminó oficialmente, empero los bailes seguirán los siguientes fines de semana, así que todavía hay algarabía para rato.
Eso sí, las vialidades de Contla y de otros puntos del estado sufrieron cortes de circulación en diferentes horarios impredecibles, por lo que los automovilistas no tuvieron otro remedio que rodear o simplemente bajarse del auto para disfrutar de las tradiciones carnestolendas de Tlaxcala.