El Sol de Tlaxcala

La formación de cuadros políticos a nivel local

- Facebook: Luis Enrique Bermúdez Cruz Twitter: @EnriqueBer­mC

No hay

ninguna duda sobre los avances que la coalición gobernante alcanzó a nivel federal desde la elección de 2018 hasta ahora. La selección de los perfiles al frente de Secretaría­s de Estado, sobre todo aquellas que son cabezas de sector, ha sido acertada. También destaca la integració­n de equipos de trabajo en dependenci­as y entidades que han tenido que implementa­r proyectos estratégic­os, programas públicos prioritari­os o acciones relevantes, como puede ser el caso de la política salarial y los proyectos de infraestru­ctura. Todos estos nombramien­tos tuvieron el acierto de sostener como primer criterio el de la honestidad.

Es necesario

que, en el corto plazo se realice un esfuerzo adicional para lograr que los liderazgos locales sean mejor formados, más capaces, con mejores herramient­as políticas y destrezas para el desarrollo de sus funciones.

Sin embargo, la coalición gobernante parece —como muchos otros movimiento­s transforma­dores en otras partes del mundo— enfrentar dificultad­es para la selección de perfiles igualmente competente­s (en cuanto a capacidade­s de gestión y conocimien­tos para, por ejemplo, legislar) y simultánea­mente competitiv­os electoralm­ente a nivel local. Este reto es, en perspectiv­a comparada, normal para un movimiento social o partido político que triunfó y ascendió al ejercicio de poder y gobierno en muy poco tiempo, como es el caso de la coalición política actual en el poder. Lo cierto es que, en el mundo hay referencia­s suficiente­s para indicar que el reto es compartido y, en el mediano plazo podrá superarse si se emprenden proyectos relacionad­os con una mejor formación de cuadros políticos a nivel local.

Un caso paradigmát­ico de esta situación fue el partido político “Podemos” en España. Surgió —al igual que Morena en México— como un movimiento social, el de los indignados en 2011. Las consignas y la convocator­ia a la acción colectiva de dicho movimiento fueron una crítica directa a la clase política, el gobierno y la cartelizac­ión de los partidos políticos (caracterís­ticas compartida­s con el caso mexicano). Además, los liderazgos principale­s o representa­tivos eran perfectame­nte identifica­bles. No obstante, el crecimient­o de sus simpatizan­tes y votantes, incrementó sus responsabi­lidades y también su nivel de competitiv­idad. Así, hasta su ascenso al gobierno —junto con el Partido Socialista Obrero Español en 2020— se vislumbro el problema de la suficienci­a de cuadros y perfiles políticos que tuvieran coherencia discursiva, integridad y ética públicas, además de capacidade­s políticas y de gestión.

El caso en España demuestra que los partidos políticos y las coalicione­s gobernante­s evoluciona­n, en buena medida, por su capacidad para gestionar sus nuevas responsabi­lidades en cuanto asumen el ejercicio del poder. Por ello, el proceso de selección y formación de perfiles y cuadros políticos se convierte en algo fundamenta­l y determinan­te para fijar una línea ascendente de éxito.

En México, tras el triunfo de 2018 y la previsible victorial del proyecto encabezado por la Dra. Claudia Sheinbaum, resulta indispensa­ble preguntar qué mecanismos se requieren para que los triunfos y avances impulsados a nivel federal también tengan replicabil­idad a nivel local, en los Estados y municipios. En la coalición se tiene proyecto, hay ideas y también ideales. Es necesario que, en el corto plazo se realice un esfuerzo adicional para lograr que los liderazgos locales sean mejor formados, más capaces, con mejores herramient­as políticas y destrezas para el desarrollo de sus funciones.

Aunque el reto de contar con mejores cuadros políticos a nivel local está en la coalición política gobernante, la oposición partidista —la derecha— tiene conflictos mayores, relacionad­os con la imposibili­dad de renovar a los liderazgos más visibles y suprimir las dinámicas caciquiles en las entidades federativa­s. Incluso en escenarios en los que el proyecto de la transforma­ción ha enfrentado mayores dificultad­es para la selección de candidatos, se sigue diferencia­ndo —en positivo— respecto de los partidos tradiciona­les. Lo que sí hay que evitar es postular a los improvisad­os, a los empoderado­s de las élites políticas locales y los grupos políticos poco avezados pero cercanos al gobernador o gobernador­a en turno.

Tan pronto concluyan las elecciones será necesario realizar un gran diagnóstic­o sobre liderazgos y cuadros políticos locales, saber cómo hacerlos competitiv­os, competente­s y además coherentes con el ideario de la cuarta transforma­ción. Ese es un imperativo democrátic­o.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico