Problemas financieros
En nuestro país, el 70% de los mexicanos enfrentan problemas financieros al no poder terminar la quincena con dinero o por enfrentar situaciones en las que sus deudas superan sus ingresos, por lo que algunos expertos explican que esta situación se debe a la falta de cultura financiera, que hace que ciertos extractos de la población accedan a productos financieros como tandas y cajas de ahorro populares y no a las instituciones financieras por no conocer y saber utilizar sus servicios.
El bajo uso de instrumentos financieros y el mal manejo de las finanzas personales son un reflejo de la baja o nula educación financiera que poseen los mexicanos, debido en parte a que la información y conceptos que presentan las instituciones financieras acerca de sus productos son complejos y a que la ignorancia hacia el sector va de la mano con la desconfianza, provocando que surjan fraudes como la “flor de la abundancia”, ya que se hace a través de conocidos.
El consumismo y la poca previsión del futuro hace que las personas vivan más en el presente y se enfoquen sólo en consumir, lo que deja de lado el ahorro. La mayoría olvida que la educación financiera ayuda a formar hábitos, a planear y a ajustarnos a un plan, además de que les enseña a separar de sus ingresos, cuánto va a al ahorro, cuánto va al gasto y cómo dividirlo en conceptos como transporte, educación, vivienda y más.
Varios expertos afirman que lo que falta para tener una educación financiera práctica es la coordinación de instituciones públicas y privadas para generar más programas efectivos que la promuevan, desarrollando materiales básicos de educación financiera para cursos, programas y estrategias que se impartan en escuelas a distintos niveles.
Adicional a esto, las personas deben realizar diversas acciones para tener una buena educación financiera y un buen manejo de sus finanzas personales, sabiendo usar la fórmula de ingreso menos ahorro es igual a gasto, separando un porcentaje de su ingreso de entre 10 y 20 por ciento para destinarlo al ahorro y finalmente éste, dividirlo en metas, por ejemplo, para un auto, unas vacaciones o para su retiro.
Por último, además de saber administrar los recursos se debe aprender a generar ingresos adicionales, aprendiendo o asesorándose para invertir sus ahorros en instrumentos o proyectos que generen un rendimiento mayor a la inflación y así, nuestro dinero no pierda valor en el tiempo.