¡Ay año 2018, ya no seas implacable! En horas
de agonía calma tu ira. Ya no seas tan severo. Confirmas la creencia popular, de ser, por tu terminación par: año pesaroso. Tus efectos son lamentables. Como en el pasado, no sólo dañaste a seres pensantes; extendiste, apenas hace unas horas, tu maldad a la clase política
Si fuiste con el triunfo electoral de la izquierda, inmisericorde con la derecha neoliberal; con la muerte de una pareja conyugal de políticos, diste rienda suelta a tu crueldad.
No seas como “Burlero”, toro moribundo, que al sentir la imprudente presencia de José Cubero “Yiyo”, tiro la cornada que le mataría. En las noventa y seis horas que te quedan antes de perecer, por favor aplácate: ya no enlutes a nadie.
En horas en que aún escuchas, te cuento cómo ha sido en México el comportamiento de años iguales como tú. La elección presidencial, desde 1910, hasta 2012, se ha dado en año semejante. En ciento ocho años de historia presidencial, veinte presidentes de la Republica han sido electos en esos años. El presidente Carranza, se eligió en 1917.
De todas las elecciones, tres, son coincidentes con tu número final: 1928, 1958, 1988. La elección de tu año, es la cuarta. Uno, fue trágico: 1928, en que fue asesinado el presidente electo Álvaro Obregón. Coincidencias de la historia, sesenta y seis años después en 1994,- año parmatarían a un candidato presidencial del PRI: Donaldo Colosio Murrieta.
El acecho de padecer aflicción, -si no cambian el calendario
electoral- lo ofrecen las elecciones que vendrán en los siguientes sexenios presidenciales. A partir de 2024, sino varia el periodo presidencial, las elecciones seguirán siendo sexenales. Las próximas cubrirán treinta y seis años, cuando este siglo llegue a los años cincuenta.
La pena de años pares ha causado dolor, tanto a los familiares, como a políticos, en otros, con terminación idéntica. Dos gobernadores perdieron la vida en año cuatro y seis. Felipe Carrillo Puerto, fusilado en 1924. En 1936, el gobernador electo del estado de Veracruz, sería asesinado en el Café Tacuba, de la ciudad de México. Le sucedió el senador Miguel Alemán Valdez. Otro crimen en año parejo, fue el del gobernador de nuestro estado, Alfredo Zárate Albarrán. Moriría violentamente en 1942.
“Años pares, años de pesares”, dice la sabiduría popular. La tragedia sucedida en el estado de Puebla, bien se enmarca en esa dolorosa idea. Tu maldad, año 2018, ha sido inclemente. Ocasionaste la muerte de dos políticos, consortes: la gobernadora, Erika Alonso, y el senador de la república Rafael Moreno Valle.
Años pares, amén de pesarosos, son impredecibles. Así seguirán. Esa es su misión.
¡Feliz año lector! Por ser no el que viene, se advierte sea de dones.