Graves secuelas del huachicoleo
Vecinos sufren los daños ambientales por la extracción ilegal de combustible
A lo largo de 12 kilómetros los cuales comienzan en San Cayetano Morelos y se extienden hasta San Cristóbal Huichochitlán, ha predominado el nuevo crimen organizado que busca el “oro negro”. Miles de litros de hidrocarburo que por mes eran ordeñados del ducto Tula-Toluca.
Esto está terminando con las acciones del gobierno federal, quien ordenó el cierre de ductos y el reforzamiento de la vigilancia, sin embargo, las consecuencias son padecidas por los vecinos de esta zona ubicada en el norte de la capital mexiquense.
Son 12 kilómetros que en su recorrido han generado contaminación del suelo, flora y fauna. Un impacto ambiental provocado por el derrame de combustible, tras la colocación y funcionamiento de las válvulas clandestinas que eran constantes en esta zona de Toluca.
Alo largo de 12 kilómetros, los cuales comienzan en San Cayetano Morelos y se extienden hasta San Cristóbal Huichochitlán, ha predominado el nuevo crimen organizado que busca el “oro negro”. Miles de litros de hidrocarburo que por mes eran ordeñados del ducto Tula-Toluca.
Esta actividad ilícita es a gran escala y especializada, pues involucraba desde desde niños vigías hasta ingenieros civiles con experiencia en perforación de ductos.
En teoría esto está terminando con las acciones del gobierno federal, quien ordenó el cierre de ductos y el reforzamiento de la vigilancia en los ductos, sin embargo, las consecuencias son padecidas por los vecinos de esta zona ubicada en el norte de la capital mexiquense.
Son 12 kilómetros que en su recorrido han generado contaminación del suelo, flora y fauna. Un impacto ambiental provocado por el derrame de combustible tras la colocación y funcionamiento de las válvulas clandestinas.
A la fecha no existen protocolos de atención. El problema se palea con operativos policíacos intermitentes y la presencia del Ejército Mexicano.
CLANDESTINOS
El campesino señala a lo lejos tres postes donde se ubica la válvula clandestina del huachicol. Hay una enorme planicie de sembradíos que dan hacia el norte, donde comienzan las primeras casas de San Cayetano. Al sur está la autopista LermaValle de Bravo. El ambiente tiene aroma a combustible.
“Ahí se alcanza a ver todavía la válvula, los de Pemex no taparon bien, todavía hay un hoyo”, indica el campesino, quien pide no revelar su nombre por miedo al crimen organizado.
El 6 de diciembre de 2018, la perforación del ducto en esta zona provocó un enfrentamiento entre pobladores que llegaron a la rapiña y policías estatales y municipales.
Antes, el 20 de junio del mismo año, en el barrio Cruz Blanca de los ejidos de San Cristóbal Huichochitlán, la Procuraduría General de la República (PGR) aseguró un inmueble que en apariencia servía de bodega. Sin embargo, en su interior albergaba un túnel de unos 50 metros de largo, el cual llegaba hasta el ducto de Pemex.
Días después se le conoció como el “túnel huachicolero”, único en su tipo y sólo comparado al construido por el líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, quien bajo una técnica similar construyó un túnel para escapar del penal federal El Altiplano.