¿Qué hacer contra delincuencia? Buenos días, la
estimados amigos: Hoy los noticieros ocupan grandes hechos de sangre. Hechos que ya eran conocidos.
Podemos enterarnos de los delitos a saber: Desde los mal llamados feminicidios, hasta los secuestros, pasando por homicidios y robos a mano armada a comercios, automovilistas y a transeúntes; sin olvidar las violaciones y otras linduras más, como los perpetrados por la delincuencia organizada.
Ante los acontecimientos criminales de ayer y de siempre, los diversos estados, han instrumentado medidas para su combate. Entre las que surgen cuerpos policiacos preventivos y judiciales (hoy ministeriales) e instituciones tanto de prevención como de castigo. Contamos con las instituciones de procuración de justicia (hoy llamadas fiscalías) con las de administración de justicia (Poder Judicial) cárceles (Centros de “readaptación o reinserción”) y a pesar de todo ello la criminalidad se incrementa.
¿Qué es lo que sucede?¿ Cómo combatir la delincuencia?
Ante este panorama no falta el “ingenuo” que piensa que para combatir el crimen deben incrementarse las llamadas penas. De tal suerte que hoy las penas superan el promedio de vida de cualquier individuo. Como efecto de estas rabonas medidas dignas del pensamiento irracional, los centros carcelarios están a reventar. A pesar de todo este esfuerzo de las autoridades de ayer y de hoy, la criminalidad crece en progresión geométrica.
¿Qué hacer ante este fenómeno? ¿Construir más reclusorios? ¿Incrementar más las penas? ¿cortar las partes del cuerpo humano con las que se comete del delito? (algún trasnochado sugirió cortar las manos a los ladrones. Curioso ¿no? )
Lo más curioso es que los llamados analistas políticos que hacen sus mesas de debate en televisión emiten opiniones sumamente desafortunadas; opiniones que no surgen de conocimiento, sino de la más chata imaginación, salpicadas de juicios que todo lo descalifican y lejos de orientar
cotidianamente más impactantes, espacios en la televisión para comunicar se perpetraban desde antaño pero no al público y crear una opinión pública racional, sólo crean desorientación y desesperanza.
En lo particular debo decir que las medidas del gobierno federal en cuanto a combatir el robo de combustible tienen un sustento lógico. A cambio estas medidas han provocado molestias a la sociedad y pérdidas económicas a empresarios. Porque estas medidas se debieron tomar desde hace muchos años, cuando comenzaba esta especialidad criminal. La que hoy ha cobrado dimensiones gigantescas.
Combatir la criminalidad es un mal que debemos enfrentar todos o, al menos, apoyar a quienes se han atrevido a enfrentarlo con los riesgos que esto conlleva.
También corresponde ahora a los gobernantes de las diversas Entidades Federativas y Municipios comenzar a erradicar otros delitos. ¿Cómo?
Deben iniciar por poner el ejemplo. Esto es, deben iniciar por erradicar la comisión de delitos que cometen sus equipos de trabajo, sus cuerpos policiacos, de procuración y administración de justicia . Cierto, fácil es criticar pero ¿hacer? Resulta verdaderamente arriesgado -dicen algunos cínicos políticos que sólo están para medrar y dejar pasar las cosas- Esto es, dejar las cosas como están, para no ser objeto de críticas.
Y hasta aquí con el comentario de hoy, esperando que estemos conscientes de que cuando nos atrevemos a realizar cambios benéficos para todos, las minorías privilegiadas necesariamente van a responder de manera abrupta y agresiva. No imitemos lo malo. Al contrario, colaboremos con nuestra conducta para logra un cambio social. Podemos iniciar en nuestra propia casa, pensemos en erradicar la crítica, la violencia, la agresividad para con nuestros familiares. ¿Qué es preferible, el respeto de los demás por temor o el acercamiento por amor? Hasta la próxima. Estoy como