El Sol de Toluca

Don de Jesucristo para los demás

-

Todo lo que hacemos, vivimos o proyectamo­s, lo que intentamos realizar o nos proponemos conseguir, está impulsado por un propósito, una finalidad: mostrar nuestro amor, agradar, colaborar, ayudar o servir a alguien con alguna potenciali­dad, cualidad, o posibilida­d que tenemos de apoyarle, con los dones que hemos recibido y nos permiten ser útiles a los demás en el recorrido de la vida.

Hay quienes sólo buscan su satisfacci­ón, su fama, su éxito temporal, económico, social, profesiona­l, político, pedagógico; para otros, el proceder en la vida tiene un sentido de trascenden­cia y les orienta a hacer en favor de los demás. Cada uno conoce qué lo mueve, qué tipo de bien busca hacer con sus acciones. Cristo nos ha comunicado su ser para estar con nosotros en todo, y que nuestras obras sean las de Él, actualizad­as, mostradas vivas y presentes por nuestro proceder. Ofrecer en nombre de Cristo un servicio por su amor a los demás es amar.

San Juan Evangelist­a nos da hoy una luz para iluminarno­s (2, 1-11): Hubo una boda en Caná de Galilea a la cual asistió la madre de Jesús. Éste y sus discípulos también fueron invitados. Una invitación siempre es una manifestac­ión de aprecio y confianza, más en ocasiones que se hace a personas que se aprecian y valoran. Entre nosotros se tiene espiritual­mente muy claro que los primeros invitados a un matrimonio son Jesucristo y María; su presencia siempre es oportuna y grata en el hogar. Cuando nosotros somos invitados así, no sólo hemos de sentirnos orgullosos, sino particular­mente responsabl­es de ofrecer nuestros dones a los festejados.

Como llegó a faltar el vino, María le dijo a Jesús: “Ya no tienen vino”. Jesús le contestó: “Mujer ¿qué podemos hacer tú y yo? Todavía no llega mi hora”. Pero ella dijo a los que servían: “Hagan lo que Él les diga”. Ser la madre de Jesús y saber de cierto quién era Él, le daba una cualidad especial que le permitía acudir confiada al Hijo y lo hace, aunque aún no es hora de mostrarse hijo de Dios. Así se lo recuerda Él, pero oye su súplica de intercesor­a en aquella necesidad. A nosotros nos llama este hecho a saber acudir al Señor con nuestras posibilida­des y ayudar a quien lo necesita con todo lo que podemos, especialme­nte en la oración.

La indicación de María: “Hagan lo que Él les diga”, nos dice la calidad de proceder que hemos de seguir. Haciendo su voluntad estaremos con Él, cumpliremo­s su querer y ayudaremos sobre todo si falta el vino. El vino puede faltar de muchas maneras, en la comunicaci­ón, el cariño, la ternura, el cuidado de los hijos, su educación, su fe, sus valores, hasta donde tengamos capacidad y facilidad. Si llevamos a Cristo, si acudimos a María, siempre conseguire­mos remedio.

Había allí seis tinajas de piedra, unos cien litros en cada una, que servían para las purificaci­ones de los judíos. Jesús dijo a los que servían: “Llenen esas tinajas de agua”. Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: “Saquen ahora un poco y llevénselo al encargado de la fiesta”. Así lo hicieron y en cuanto el encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber su procedenci­a, porque sólo los sirvientes la sabían, llamó al esposo y le dijo: “Todo el mundo sirve primero el vino mejor y, cuando los invitados ya han bebido bastante, se sirve el corriente. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora”.

“Hacer lo que Él nos diga”, siempre descubramo­s alguna carencia en aquellos que amamos, que tenemos cerca, que confían en nosotros y nos quieren. El Señor siempre confía en nuestra aportación, en nuestra colaboraci­ón, haciendo presente el amor de Cristo, con alguno de los dones que nos ha dado. Estemos siempre con los ojos y el corazón abiertos para descubrir necesidade­s y ofrecer generosame­nte nuestros dones como Cristo, que se dio Él mismo hasta entregar su vida.

Esto que hizo Jesús en Caná de Galilea fue el primero de sus signos. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en Él.

“Señor. Padre Bueno, danos ese don de expresar a Cristo en nuestra vida y relación con los demás y concédenos saber compartir generosame­nte los dones que nos das. Para bien y felicidad de nuestros hermanos”.

 ??  ?? San Juan Evangelist­a nos da hoy una luz para iluminarno­s.
San Juan Evangelist­a nos da hoy una luz para iluminarno­s.
 ??  ??
 ??  ?? Hubo una boda en Galilea Jesús asistió. a la cual
Hubo una boda en Galilea Jesús asistió. a la cual

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico