Luis Álvarez tiene mira fija en Tokio la
Panamericano –en Méxicoy la Copa Mundial –de Berlín-, serán la clave para que el arquero Luis Álvarez busque el boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Ambas competencias fueron suspendidas por la crisis de la pandemia, por lo que se reanudarán el próximo año y el atleta quiere estar lo mejor posible para lograr el boleto a sus segundos olímpicos.
“Por el momento es muy desafortunado lo que ha estado pasando con la pandemia. Nadie nos lo esperábamos, desde marzo que salimos del CNAR no hemos tenido un entrenamiento acorde, pero hay que seguir las reglas”.
Estos encuentros se realizarán el año entrante, en los sitios acordados, así que tendrá mayor oportunidad de mejorar y adaptarse a sus compañeros juveniles.
“Apenas estábamos entrenando juntos cuando nos separaron, la idea era regresar en abril nuevamente, pero esto se ha extendido, hay mucha incertidumbre, por lo que seguimos en casa, con lo poco que tengamos, pero sí hay algo de desesperación por lo que se venía haciendo”. rataba de recordar textual la frase, pero no podía. Suele pasar a veces con determinadas ideas, que son tan poderosas que en el encanto tratamos de memorizarlas, pero casi siempre el tiempo logra su cometido, y uno termina por olvidarlas y en la memoria solo queda el sentido generalizado, sin la belleza de las palabras. Luego, hay momentos inesperados en los que la lucidez las evoca en todo su esplendor, con todas sus letras, y uno no tiene más que quedar absorto ante lo milagroso de un recuerdo. Algo parecido me pasó con una frase que leí hace unos años en el Twitter del escritor mexicano Juan Villoro, en la que muy a su manera, explicaba lo terrible que resulta el final de una ilusión ante la fuerza incorruptible de una realidad. “Las ilusiones duran hasta que se enfrentan con la realidad y en el futbol la realidad se llama Alemania”, escribió Villoro después de la derrota de México ante los teutones en la Copa Confederaciones de Rusia, en el 2017. La magia de sus palabras radica en el poder de significar lo mismo aún cuando los temas cambien. Las ilusiones siempre sucumben ante lo real. La frase, que por aquel entonces me golpeó con una fuerza desmedida, quedó guardada en mi memoria, y hoy se ha revelado con la claridad que supone un momento desesperado en el que las palabras no sobran, y uno tiene que tirar de su memoria para explicar aquello que no puede.
No han sido días fáciles para las ilusiones, entre otras cosas porque la realidad ha tomado un protagonismo inmerecido en nuestras vidas. Qué reales lucen los peligros ahora mismo. El deporte mexicano, que ilusionaba con una vuelta a medias pero vuelta al fin, se enfrentó con la realidad de un mundo que aún no está listo para retomar su rumbo. Las noticias de las cancelaciones definitivas del Maratón y de la temporada de la Liga Mexicana de Beisbol llegaron con apenas minutos de diferencia, como esos golpes fulminantes que asestan los boxeadores cuando miran que su rival se tambalea.
La ilusión de la temporada de beisbol llegaba con la fuerza que deriva de una larga espera. Los aficionados pasan buena parte del año esperando los meses de temporada. A diferencia del futbol, que cuenta con un impulso mediático capaz de hacer negocio de las transmisiones de televisión, el beisbol aún depende en buena medida de la nostalgia de sus seguidores, esos que acuden a los parques dispuestos a pasar una tarde entera al ritmo del sonido del órgano que se acelera paulatinamente. Imposibilitados de darle entrada al público y de garantizar las condiciones de seguridad sanitaria para todos los involucrados, las autoridades determinaron dar el año por perdido, después de 94 temporadas consecutivas, como una prueba más de la fuerza de la pandemia.
En la Ciudad de México, el golpe de la cancelación del Maratón y del Medio Maratón tampoco fue menor, porque casi todos los eventos programados para el 2020 se esfumaron como se esfuman los sueños. La esperanza está en la Fórmula 1, que, pese a todo, mantiene su fecha intacta, como última ilusión que tenemos para no perdernos.
T