A dos años del desatino de México El pasado

miércoles 1o de julio se cumplieron dos años de las elecciones federales de México del año 2018, ese día elegimos presidente de la República para un periodo de 5 años y 10 meses, sin posibilidad de reelección en México.

Generalmente los presidentes duran 6 años, sin embargo, por la reforma político-electoral de 2014 se estableció que para 2024 el periodo presidencial cambiaría del 1o de diciembre al 1o de octubre. En ese 1° de julio resultó electo Andrés Manuel López Obrador, el hombre que desde hace 12 años antes ya se había dicho que era “un peligro para México”.

Y efectivamente, López Obrador ha resultado una enorme decepción para muchos mexicanos que en ese momento votaron por él (30 millones 113 mil 483 votos). Eran candidatos también a la presidencia de la República Ricardo Anaya, del PAN (12 millones 610 mil 120 votos); José Antonio Meade, del PRI (9 millones 289 mil 853 votos), y Jaime Rodríguez, actual gobernador de Nuevo León (2 millones 961 mil 732 votos).

Andrés Manuel ha resultado una decepción y un “fiasco” como presidente de México. Hoy a casi año y medio de periodo gubernamental, semana a semana han surgido manifestaciones en casi todo el país en la que se escucha: “AMLO renuncia”; AMLO ya vete, no te queremos”; “AMLO nos haz decepcionado”; “AMLO haz resultado un fiasco”; y así han sido las manifestaciones de miles de mexicanos que semana a semana recorren las calles de las principales ciudades del país solicitando su renuncia.

Vale la pena mencionar que el cargo de presidente de la República es irrenunciable, puesto que su nombramiento proviene de una elección directa. El artículo 86 de nuestra Constitución indica: “El cargo de presidente de República sólo es renunciable por causa grave, que calificara el Congreso de la Unión, ante el que se presentará la renuncia”.

Según López Obrador no tendría por qué renunciar, en ese sentido, según él, está realizando un “magnífico” gobierno y ha fijado que para el año 2022 se sometería a un “referéndum” para que el pueblo mismo decidiera si quieren que se vaya de la presidencia de la República.

La única opción para que se fuera es solicitando licencia para separarse del cargo, una vez autorizada por el Congreso la Secretaría de Gobernación asumiría provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo y si la falta fuera absoluta antes de los dos años, el Congreso de la Unión nombraría un presidente interino, quien a su vez juntamente con el Congreso emitiría una convocatoria para la elección de presidente interino; y si la falta fuera después del 1o de diciembre, el Congreso debería designar un presidente sustituto, quien concluiría el periodo correspondiente.

¿Por qué ha decepcionado AMLO a la sociedad mexicana?, pues porque su gobierno ha sido de “ocurrencias”, de ninguna manera de un gobierno con objetivos, con un plan de desarrollo bien definido, pues ha gobernado con consultas ilegales, con la economía del país en el abismo, con inseguridad, con delincuencia (el asesinato del juez Uriel Villegas y su esposa; y el atentado en contra del secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX, Omar García Harfuch).

Es decir, su política de gobierno ha sido totalmente ineficiente, ha fracasado también en la atención a la pandemia por el coronavirus, pues llevamos cuatro meses con un país detenido en la industria, en el comercio, en economía, en educación y en toda actividad deportiva, cultural y de espectáculos. Por eso el presidente se debe de ir ¡YA!