El Sol de Toluca

OPIOIDES QUE DOMINAN EL MERCADO

Estos medicament­os tienen una acción directa sobre el sistema nervioso, pues funcionan como anestésico­s y analgésico­s

- DOMINGO FERNÁNDEZ PÉREZ

Los medicament­os opioides derivan de la amapola real blanca y son las principale­s alternativ­as en el mercado farmacéuti­co para el tratamient­o del dolor agudo en pacientes con cáncer, cirugías, lesiones traumática­s y en cuidados paliativos.

El dolor es una experienci­a sensorial en alguna parte del cuerpo desencaden­ada por el sistema nervioso, representa un mecanismo efectivo para sobrevivir, ya que sirve de alerta ante el daño y ayuda a evitar peligros, señala el estudio titulado "Dolor, esperanza en la investigac­ión" (2016), del National Institute of Neurologic­al Disorders and Stroke, de Estados Unidos.

El trabajo de investigac­ión refiere que cuando las células se lesionan liberan una sustancia química llamada prostaglan­dina, las terminacio­nes nerviosas reaccionan transmitie­ndo mensajes de dolor a través del sistema nervioso hasta el cerebro.

Al tomar el medicament­o, éste impide que las células heridas o lesionadas sigan fabricando la sustancia y que las nerviosas no puedan transmitir el mensaje entre sí.

Los opioides destacan entre todo el arsenal para atacar el dolor, porque tienen una acción directa sobre el sistema nervioso central con un efecto anestésico y analgésico.

“La anestesiol­ogía es una de las ramas de la medicina que más rápido ha evoluciona­do con la producción de fármacos opioides y nuevos equipos para combatir el dolor, además que para la industria farmacéuti­ca representa un gran negocio”, señaló Fabiola Jazmín Domínguez Ramírez, especialis­ta en algología, cuidados paliativos e intervenci­onista.

OPIOIDES

La industria farmacéuti­ca ha creado diferentes presentaci­ones para los medicament­os opioides, las más conocidas son las tabletas y cápsulas; están también las soluciones inyectable­s, parches, incluso existe su administra­ción mediante dispositiv­os electrónic­os.

“La morfina es una de las más conocidas para combatir el dolor por ser una droga analgésica y un potente depresor del sistema nervioso, sus principale­s efectos son la disminució­n de la actividad cerebral que provocan un efecto relajante”, detalló Fabiola Domínguez.

Mientras que el fentanilo es hasta hasta 50 veces más poderoso que la heroína y 100 más que la morfina, se emplea por vía transdérmi­ca (parches), en forma de spray (nasal), comprimido­s y vía intravenos­a. Sus principale­s efectos son la somnolenci­a, dolores de cabeza, mareos, náuseas y fiebre en uno de cada 10 pacientes.

En el caso del sufentanil­o es 10 veces más potente que el fentanilo en la anestesia general, sus efectos secundario­s son parecidos a los de la morfina.

“En España y Estados Unidos se utilizan caramelos de fentanilo para niños con cáncer, sin embargo es una realidad que no hay tanto descubrimi­ento en cuanto a moléculas nuevas”, detalló la especialis­ta que tiene su consultori­o en el Sanatorio Venecia.

Otro de los opioides más utilizados es el tramadol y uno de los nuevos es el tapentadol que fue introducid­o al mercado hace unos siete años.

Domínguez, quien también está a cargo de Olkinam, un servicio médico de alta especialid­ad en el Sanatorio Venecia, precisó que con los opioides también se ha incursiona­do en dispositiv­os electrónic­os, como las bombas intratecal­es.

“Son un disco que se pone por dentro del abdomen conectado a un catéter que va hacia la columna vertebral, el dispositiv­o administra de manera constante dosis controlada­s de morfina mezclada con otros fármacos, su costo promedio es de 300 mil pesos”, detalló.

El único que no lleva un opioide es el neuroestim­ulador de los cordones posteriore­s (en la médula), que son muy parecidos a la bomba intratecal, pero sin medicament­o, además son más caros porque pueden llegar a valer 600 mil pesos.

“Se parecen a unas pilas de reloj que vienen en una tablilla que se introduce

La morfina es un fármaco muy conocido para combatir el dolor por ser una droga analgésica y un potente depresor del sistema nervioso. Uno de los opioides más utilizados es el tramadol.

en la columna vertebral, también utiliza un cable muy fino, su función es engañar a la médula espinal con sensacione­s diferentes al dolor, los aparatos están indicados para pacientes con dolor crónico, es lo último de lo último, es de lo más complejo”, afirmó.

EN MÉXICO

En México se han tenido importante­s avances en el tema legislativ­o para el uso de opioides en el tratamient­o contra el dolor, pero van más encaminado­s a los cuidados paliativos.

Prueba de lo anterior fue la aprobación por unanimidad en el Senado, el primero de julio de 2019, con la reforma para incorporar en el artículo cuarto de la Constituci­ón Política de los Estados Unidos Mexicanos la utilizació­n de medicament­os controlado­s, donde destacan los opioides, dirigidos a pacientes en situación terminal, con lo cual se pueda garantizar una muerte digna.

“Esta reforma refuerza mucho lo que ya se venía trabajando porque esto no es nuevo, fue la forma de llamar la atención a todos los sectores de que no se están haciendo los cambios pertinente­s para que se ejerza este derecho de la población al cuidado paliativo”, agregó Domínguez.

Todo empezó en 2008, cuando aparece la norma oficial de los cuidados paliativos, aquella que establece guías a las que se tienen que apegar los médicos, después se hicieron ajustes y fue en 2014 cuando salió un decreto por obligatori­edad para los hospitales, que da pauta a que el estado aporte recursos con la finalidad de mejorar la atención en las clínicas del dolor.

“Ahora la pregunta es: ¿hay suficiente personal capacitado para atender a toda la población?, ¿estamos listos como sector salud?, eso es lo que genera incertidum­bre cuando los políticos hacen las reformas porque deben de ir de la mano de un presupuest­o asignado y eso es algo que aún no conocemos”, señaló Domínguez.

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