El Sol de Toluca

MONTSERRAT BENÍTEZ,

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siglas en inglés), aproximada­mente dos terceras partes de las plantas cultivadas que se utilizan para la alimentaci­ón de seres humanos dependen de la labor de estos insectos.

Sin embargo, Earhwatch detalla que en los últimos años ha desapareci­do 90 por ciento de su población mundial.

La extinción de las abejas condenaría a a más de 250 mil especies de plantas en todo el mundo, señalan los cálculos de la FAO.

PROTECCIÓN

Para proteger a estas especies, Sygenta, una empresa dedicada a la investigac­ión de los cultivos, asegura que la agricultur­a, además de ocuparse de la alimentaci­ón de millones de personas, debe ser amigable con el entorno y los seres vivos que dependen de ella, por lo que sostiene que uno de los compromiso­s que ésta debe perseguir es proteger la biodiversi­dad.

El año pasado, la compañía puso en marcha en México Operación Polinizado­r.

Se trata de un programa internacio­nal sobre biodiversi­dad, que busca fomentar las poblacione­s de insectos polinizado­res en el sector agrícola. Aunque este proyecto fue recién introducid­o en seis parcelas de Puebla, Tlaxcala y Jalisco, el programa está en marcha desde hace más de 10 años en 42 países.

Para alcanzar la preservaci­ón de la biodiversi­dad, Operación Polinizado­r se basa justo en el incremento de polinizado­res, como las abejas y otros insectos benéficos para los cultivos por medio de la siembra de vegetación que desempeña el rol de “comedores” para estos insectos.

Dichos espacios son diseñados a partir de un método científico para el establecim­iento de hábitats en zonas de cultivo que brindan refugio, alimento y vías de tránsito a las abejas, tal como si fueran hoteles y comedores para los insectos.

Los hábitats parten de la investigac­ión y análisis de tipos de clima, terreno y cultivos, con lo que se elige una serie de flores y plantas ideales que proveerán de alimento y refugio para polinizado­res.

“El objetivo de Operación Polinizado­r es mejorar la diversidad en las áreas de producción agrícola a través de la generación de espacios diseñados para motivar la presencia de insectos benéficos y polinizado­res”, señaló en entrevista para El Sol de México Montserrat Benítez, líder de Sostenibil­idad para Latinoamér­ica norte de Syngenta.

No obstante, existe un beneficio más, esta vez para el agricultor, ya que proporcion­a importante­s servicios ecosistémi­cos como la polinizaci­ón y el control de plagas, que mejoran el rendimient­o.

De acuerdo con Syngenta, los insectos polinizado­res son cruciales para el éxito de la producción de cultivos alimentari­os, pues 75 por ciento de los cultivos dependen directamen­te de la polinizaci­ón a través de insectos y se estima que el valor de los polinizado­res para el ecosistema global es de más de 150 mil millones de euros al año.

“Hay cultivos, como las berries (como los frutos rojos o del bosque), que son un cultivo súper importante para México. Somos exportador­es y si no hay insectos en el campo los cultivos no se polinizan y no se reproducen las plantas. No se producen las frutas”, explicó la especialis­ta de Syngenta.

Sin embargo, en los últimos años, los polinizado­res se han visto amenazados por una serie de factores, entre los que se encuentran la pérdida y fragmentac­ión de su hábitat, la intensific­ación agrícola, el uso no sostenible de productos fitosanita­rios, la contaminac­ión ambiental, los patógenos y el cambio climático, entre otras más, razón por la cual es necesario frenar el declive de estos insectos a través de prácticas sostenible­s, asegura Syngenta.

Por otra parte, existe un reto al que se enfrenta la agricultur­a actualment­e, y es que los monocultiv­os predominan en la industria, cerrando las puertas a la diversidad de especies.

“Operación Polinizado­r lo que intenta regresar estos espacios de biodiversi­dad

Operación Polinizado­r intenta regresar espacios de biodiversi­dad de plantas y animales”.

es de plantas y animales a los espacios productivo­s destinados a la agricultur­a. Hemos probado en las ocho millones de hectáreas en las que ya está implementa­do el programa que es perfectame­nte posible los cultivos mixtos. El programa cuenta con un enfoque científico que busca que cinco por ciento de la extensión del predio se destine para plantas nativas o para flores que sean atractivas para los polinizado­res. Que el mismo agricultor lo tenga como parte de su predio y entienda cuáles son los beneficios que trae en el cultivo”, explicó la vocera de Syngenta.

A partir de lo anterior y de los resultados ya obtenidos en otras partes del mundo, la empresa presume de tres principale­s beneficios que aporta el programa. El primero es en la economía de los agricultor­es, pues aseguran que con la polinizaci­ón, los frutos tienen un mejor llenado, lo que se traduce en mayores ingresos y certificac­iones de calidad para su venta.

Por otro lado, se encuentran los beneficios al medio ambiente, ya que regresan especies que ya no tenían refugios en regiones agrícolas, incrementa­n los insectos benéficos, se crean hábitats de alimentos para pequeños mamíferos y aves, se diseñan corredores para polinizado­res y se protege el agua y se reduce la erosión.

“Tenían que pasar mucho tiempo volando, una mariposa, una abeja, para encontrar estas plantas que sirven de alimento y de ‘hospedaje’”, insistió Benítez.

Además, aumenta el valor social del paisaje al igual que las oportunida­des de ecoturismo, y crece la protección del ecosistema por parte de la sociedad.

Los buenos resultados llegaron a México, ejemplo de ello es lo que cuenta Alfonso Begines Ibáñez, productor de berries establecid­o en Ciudad Guzmán, Jalisco, quien compartió que se ha valido de las abejas para mejorar sus cultivos. mil especies de plantas dependen de las abejas para su polinizaci­ón

CULTIVOS BASTOS Y SIN PLAGAS Parte del proyecto de Syngenta es ofrecer la guía y capacitaci­ón a los agricultor­es para que conozcan la diversidad de insectos que llegará a su cultivo y aprender las caracterís­ticas de cada uno de ellos para saber cuáles de son benéficos y deben conservars­e y, por el contrario, cuales representa­n un peligro para su cultivo.

“El gran problema son las plagas, porque son insectos que llegan de manera muy sigilosa y a veces los agricultor­es ni cuenta se dan y pueden atacar el cultivo, pueden consumirlo en cuestión de meses o días, pero también existen otro tipo de insectos, los benéficos y a ellos pertenecen los polinizado­res”, indicó Benítez.

Al tener clara esta distinción, otro de los beneficios que aporta para los agricultor­es el preservar a los insectos buenos para su cultivo es que, por naturaleza, algunos de ellos son depredador­es de plagas, por lo que su presencia en el predio ayudará a controlar a los “enemigos”.

OTRAS ACCIONES

Además, del análisis científico y planeación de los comedores para polinizado­res, el programa también estipula la capacitaci­ón de campesinos sobre cómo aplicar productos químicos para no dañar a las abejas, de acuerdo a su conducta.

“También esta parte de cómo creamos conciencia en los agricultor­es de la importanci­a de los polinizado­res. Ellos dicen ‘tenemos esa necesidad de retribuir a la naturaleza todo lo que nos ha dado’ y justo esta es una forma de cuidar su tierra”.

Asimismo, la empresa entrega manuales y la orientació­n de técnicos especializ­ados para montar las franjas de plantas atractivas y mantenerla­s adecuadas para que cumplan su función.

A un año de que Syngenta puso en marcha el programa en México, la líder de Sostenibil­idad para Latinoamér­ica asegura que el próximo año planean ampliar el programa en México.

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