El niño dolor que transformó un en una invención
Entonces, su madre habló con el director de ese centro de estudios, quien logró que Mateo recibiera una tutoría por parte de un alumno que se llama igual que él y con quien conformó “un dúo dinámico”.
Los dos Mateo armaron, entre otras cosas, un robot de sumo llamado RBot con el que buscaban presentarse a disputar un torneo, algo que no pudo ser.
“Nosotros lo armamos y cuando faltaba menos de una semana para la competencia nos dimos cuenta que tenía que ser automático, no podía ser a control remoto como nosotros lo habíamos hecho”, subraya Mateo.
Sin embargo, la revancha apareció poco tiempo después y le permitió recibir un premio muy especial.
LA VISITA DE DAVID CUARTIELLES En octubre de 2018, el español David Cuartielles, uno de los creadores de las placas Arduino, arribó a Uruguay y viajó a visitar la Universidad Tecnológica Fray Bentos.
Allí, se llevó a cabo el “Arduino Challenge”, un concurso que tuvo al RBot como ganador y que permitió al joven recibir de manos del actual investigador de la Universidad de Malmo (Suecia) un 'starter' kit y una placa rubricada.
“Para mí un orgullo, porque es uno de los que inventó la placa y es mi favorita”, cuenta Mateo sobre lo que significó conocer y poder dialogar con Cuartielles.
Si bien no sabe en qué quisiera trabajar, Mateo tiene claro que le gustaría ir a la Universidad Tecnológica a estudiar Ingeniería en Mecatrónica, una carrera que integra la mecánica, la electrónica y la informática asociadas a los procesos de automatización.
Además, su deseo es que mucha más gente se sume a ayudar al personal sanitario en unos momentos tan delicados para su departamento, con 101,21 casos por 100.000 habitantes según el índice de Harvard, y para todo el país (97,83 por 100 mil).
Mientras tanto, su página ha aumentado tanto el número de seguidores como el de posibles clientes que solicitan su novedosa invención. La idea que surgió de un malestar en las orejas de un niño de 12 años derivó en contribución solidaria para quienes sufren en primera línea la pandemia.
MATEO